Si eres una persona que ama los dulces, seguramente combates con la ansiedad día a día. Entre comidas es cuando más queremos consumir algún tipo de golosina o snack que calme nuestros antojos.
Sin embargo, el error está en recurrir a alimentos procesados para esto, ya que al final aportan grandes calorías y sustancias nocivas para nuestro organismo como el azúcar refinada, colorantes, aditivos, conservantes, grasas trans, etc.
El resultado de satisfacer estos pequeños antojos va desde problemas de peso y hasta enfermedades crónicas como la diabetes. Es por ello que es vital conocer cuáles son los alimentos naturales que pueden cubrir estas mismas necesidades sin causar problemas de salud.
En este caso te hablaremos sobre cuáles son las frutas dulces que te ayudarán a calmar esos antojos.
¡Las frutas son un snack libre de culpas!
Aunque las frutas dulces son ricas en azúcar, contienen fructosa de origen natural que va acompañada de otros elementos como fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes para nutrir el organismo.
El problema está cuando se consumen las frutas en batidos, ya que sus azúcares se asimilan rápido y no llegan a saciar de la misma forma, ya que estamos desaprovechando toda la fibra que nos ofrecen las frutas enteras.
De este modo es recomendable consumir las frutas frescas y enteras, ya que éstas no engordan por más dulces que sean. Es por ello que son una alternativa ideal y saludable para saciar la ansiedad entre comidas. Puedes utilizarlas incluso para endulzar y elaborar otras preparaciones, siendo compatibles incluso con la dieta de personas que sufren de diabetes.
Entre las frutas más dulces que te ayudarán a calmar tus antojos y con las cuales podrás reemplazar los dañinos alimentos procesados, podemos mencionar:
1. Dátiles
Estas frutas son muy famosas para endulzar postres porque tienen un dulzor natural muy intenso, además de un contenido de fibra elevado. No solo saciará tu ansiedad, sino también te ayudará a regular el tránsito intestinal.
2. Higos
Son famosos en conservas y mermeladas, pero puedes comer esta fruta fresca entre comidas para disfrutar de un bocado dulce y saludable. Además, poseen muy bajo contenido de azúcar: 16 gr por cada porción de 100 gramos.
3. Uvas
Las uvas son deliciosas y muy prácticas para calmar la ansiedad. Con un bajísimo contenido de azúcar, basta con comer unas pocas para sentirnos saciados. Su contenido de antioxidantes ayuda a eliminar los radicales libres de nuestro organismo. Además, contienen mucho potasio que ayuda a regular la presión arterial.
4. Cerezas
Las cerezas son simplemente deliciosas, y cuando están en su punto óptimo de madurez, estas frutas pueden llegar a ser bastante dulces además de hidratantes. Su contenido de vitamina C es antioxidante y también ayuda a limpiar el tracto urinario.
5. Plátano
Si sueles realizar ejercicio físico, los plátanos, además de saciar la ansiedad que sientes después de entrenar, son una fuente de energía increíble. Además, su contenido de potasio ayuda a regular los niveles de presión arterial, siendo un alimento imprescindible en la alimentación de las personas hipertensas.
6. Sandía
Da un gusto enorme comer sandía en pleno verano, ya que esta fruta además de ser muy dulce es refrescante. Disfrutar de un buen trozo de sandía para calmar tus antojos te aporta vitaminas, antioxidantes, fibra, y tiene un efecto antiinflamatorio para combatir el dolor muscular. Además, su contenido de licopeno que es el que le otorga el color rojo, protege nuestro corazón.
7. Mango
Aunque el mango es una fruta poco práctica para llevar a nuestras actividades diarias, no podemos negar que es deliciosa. Está lleno de vitamina C y A, pero su contenido de vitamina E es antioxidante y protege nuestro sistema circulatorio. Además, su contenido de minerales como el magnesio y el potasio previene enfermedades en los huesos y calambres musculares.
Muchas personas no saben que este alimento nos ayuda a combatir los efectos del estrés y la contaminación en nuestro cuerpo. El mango protege nuestras mucosas, piel, ojos y corazón del efecto de los nocivos radicales libres.