Semillas de chía

Semillas de chía

Las semillas de chía son un fruto seco proveniente de una planta oriunda de América Central, cuyo sabor es semejante al de la nuez. Dada su ubicación geográfica, no es sorpresa que las civilizaciones Maya y Azteca conocieran muy a fondo las propiedades de este extraordinario alimento.

De hecho, la palabra chía posee su origen en un vocablo Maya y para ellos significaba “Fuerza”. En el pasado remoto, era usada para elaborar aceites que se ofrecían a los dioses en los rituales. Mientras que hoy en día es considerada uno de los alimentos más saludables del planeta.

Esta semilla milenaria que casi había quedado en el pasado, ha sido redescubierta en nuestros tiempos gracias a sus increíbles propiedades. Lo mejor de todo, es que este tipo de semillas no posee gluten (eliminando con ello el riesgo de alergias).

Propiedades de las semillas de chía

Este fruto seco es una excelente fuente alternativa de vitaminas y minerales. Además, posee carbohidratos y fibras que ayudan a combatir el estreñimiento. Sus altas concentraciones en omega 3 representan un gran aliado para aquellas personas que sufren de colesterol elevado.

Entre sus propiedades tan especiales podemos destacar algunas como:

  • Poseen tres veces más hierro que las espinacas.
  • Duplican la cantidad de fibra que puedes encontrar en la avena.
  • El valor proteico es dos veces superior al de las verduras.
  • Su capacidad como antioxidante supera tres veces a la de los arándanos.
  • Incluso posee mucho más potasio que el mismísimo plátano.

Fuente de calcio de más fácil absorción

Un factor importante de este tipo de semillas, es que el calcio que proporciona es de más fácil absorción, siendo así una gran cantidad de este valioso mineral la que llega al torrente sanguíneo. Esto quiere decir que los niveles de calcio que se absorben a través de las semillas de chía, son mucho mayores que los  provenientes de otros alimentos o suplementos especializados.

Fuente de potasio

Minerales como el potasio, que son esenciales para los deportistas (ya que en sus entrenamientos se pierden grandes cantidades a través del sudor), se ven restaurados a niveles óptimos con el consumo de este súper alimento. El aporte que proviene de las semillas de chía, regenera la masa muscular y mejora su contractibilidad. Siendo ambas cosas algo vital para los atletas.

Ricas en hierro

El hierro es otro mineral que ayuda a las células del cuerpo a transportar oxígeno, que es importante para los órganos y además, es gracias al hierro que se mantienen tus niveles adecuados de hemoglobina (los niveles bajos de esta proteína causan debilidad, cansancio y fatiga).

Poseen altos niveles de antioxidantes

Por otra parte, los antioxidantes poseen propiedades capaces de eliminar todos aquellos químicos y sustancias tóxicas provenientes de cierto tipo de alimentos o vicios, como el consumo exagerado de café, de cigarrillo, bebidas negras y comida rápida.

Fuente vegetal de ácidos grasos omega-3 y oligoelementos

Los oligoelementos contenidos en la semilla de chía como lo son el cobre, el zinc, el manganeso y el magnesio, poseen propiedades regeneradoras a nivel de las células articulares. Esto quiere decir que el consumo de las semillas prevendrá de contraer enfermedades como osteopenia, osteoporosis, artritis y artrosis.

Además, poseen propiedades anti-inflamatorias y actúan a través de la respuesta inmunológica de nuestro cuerpo. Es decir, su consumo aumenta las defensas inmunológicas.

Los ácidos grasos como el omega 3 ayudan a quemar las grasas de las células del organismo, lo que contribuye favorablemente a la disminución de los valores del colesterol, así como de los triglicéridos. Todo esto favorece considerablemente a la pérdida de peso.

Beneficios de las semillas de chía

Las semillas de chía ayudan a bajar de peso y a controlar el apetito. Por lo cual son muy populares entre aquellos que sufren de sobrepeso. Sin embargo, estas semillas tienen muchos más beneficios para la salud, como los siguientes:

Previene el estreñimiento

La gran cantidad de fibra que proporciona al organismo, favorece las funciones del sistema digestivo, ya que ayuda al paso de los alimentos a través del tubo digestivo facilitando su degradación y absorción, y en el proceso previene el estreñimiento.

Estimula de forma positiva el sistema inmunológico

Por su gran cantidad de minerales es capaz de estimular el sistema inmunológico, lo cual favorece al organismo, ya que lo hace menos propenso a sufrir enfermedades respiratorias, alérgicas y otros tipos de afecciones causadas por agentes patógenos como virus y bacterias.

Ayuda a bajar de peso

Dentro de sus elementos posee uno llamado mucílago, el cual le da un aspecto gelatinoso cuando es preparado con los alimentos. Es ideal tanto para comidas saladas o dulces porque su sabor es prácticamente inocuo o indiferenciado.

Esta particularidad del mucílago hace que al ser ingerido con los alimentos, produzca una sensación de saciedad, lo cual reduce el número de comidas que puedes necesitar ingerir en un día.

Al estar saciado, se reduce la ansiedad por la sensación de hambre, los alimentos se podrán ingerir en cantidades más pequeñas y se podrán disfrutar mejor, lo cual es favorable para el organismo.

Incrementa la masa muscular

Las proteínas contenidas en las semillas de chía ayudan a regenerar el tejido muscular al fortalecerlo y eliminando el tejido adiposo. Todo esto te brindará una mejor apariencia física mientras te proporciona un toque de energía y vitalidad extra.

Actúa como depurativo (antioxidante) y ralentiza el proceso de envejecimiento

Uno de los grandes beneficios aportados por estas semillas es que mantienen el cuerpo muy bien hidratado, ya que pueden retener hasta 12 veces su peso en moléculas de agua. Otro elemento clave es que es capaz de eliminar las sustancias tóxicas de los órganos.

Sus beneficios antienvejecimiento son gracias a que elimina toxinas y disminuye los efectos del estrés, de la contaminación y todo aquello que es ocasionado por un estilo de vida atribulado.

¿Las semillas de chía engordan?

El consumo de semillas de chía debe ser cuidadoso y con prudencia. Como con todo tipo de alimento, el exceso nunca es beneficioso. Por ello, y de acuerdo a las recomendaciones de diferentes expertos, lo idóneo es que consumas de una a tres cucharadas de semillas de chía. Es decir, nunca debe exceder los 30 gramos por día.

El consumo de más de 30 gramos puede resultar contraproducente, ya que por ejemplo 100 gramos equivaldría a 500 Kcal. Esto se sumaría al resto de calorías que consumas al día. Ten siempre presente que la función de las semillas es para desintoxicar el cuerpo y disminuir de peso, es muy poco probable que puedan causar el efecto contrario. A menos claro que se incurra en los excesos.

Contraindicaciones de las semillas de chía

Suelen ser más los beneficios que las contraindicaciones que presentan estas semillas, pero si poseen algunas de estas. Por ejemplo, en personas con problemas cardiacos, donde pueden presentar casos de hipotensión marcados, en especial si se consume más de lo debido. Al igual que no deben consumirse cuando estés en un proceso de deshidratación o tengas muchos antecedentes de alergias.

Semillas de chía vs medicamentos

Diferentes nutricionistas recomiendan que si padeces alguna patología de base, como la Diabetes Mellitus o la Diverticulosis, se debe prestar atención, ya que el tratamiento de estas enfermedades y el consumo de semillas de chía puede afectar la capacidad de acción del tratamiento que se esté utilizando.

Por ello, se recomienda acudir a un especialista y será este quien determinará si es conveniente el uso de las semillas, en qué cantidades y por cuánto tiempo. Esto es prudente, ya que algunos pacientes se han presentado casos de hipoglicemia (glicemias de azúcar baja).

Semillas de chía vs problemas gastrointestinales

Por su gran contenido de fibra y si se consume de una forma exagerada (más de los 30 gramos diarios recomendados), se pueden agravar los problemas aspectos gastrointestinales existentes en lugar de mejorarlos. En algunos casos por excesos en su consumo, han causado diarrea, gases y distención abdominal, lo que traería como consecuencia dificultades para la absorción del hierro y el calcio.

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