Melón deshidratado

Una de las frutas veraniegas por excelencia, sin menospreciar a la sandía, es el melón. Refrescante y de sabor dulce, es el postre preferido de muchos en las sobremesas y tardes calurosas.

El melón tiene muchas propiedades y beneficios para la salud, unas cualidades que no pierde y que se pueden disfrutar todo el año si lo consumimos deshidratado.

Propiedades del melón deshidratado

Como el resto de frutas deshidratadas, el melón conserva todos sus nutrientes y, por lo tanto, también sus propiedades. En el proceso de secado, lo único que se pierde es el agua y una pequeña parte de vitamina C. El resto de nutrientes, se concentran.

Es antioxidante y antiinflamatorio

El melón deshidratado posee vitamina C y betacarotenos que combaten los radicales libres causantes del estrés oxidativo.

La vitamina A, por su parte, interviene en la formación de mucosas y tejidos.

Por otro lado, los antioxidantes disminuyen los síntomas de los procesos inflamatorios.

Es anticoagulante

Uno de los componentes del melón es la adenosina, una sustancia que evita la formación de coágulos y que mejora la circulación sanguínea.

Es energético

El melón deshidratado es rico en carbohidratos y, por lo tanto, representa un importante suministro de energía. Esta es la razón de que sea un alimento elegido por muchos deportistas antes de afrontar una sesión de entrenamiento.

Es rico en minerales

El potasio, el magnesio, el calcio, el fósforo y el hierro son los minerales más abundantes en el melón deshidratado.

El potasio regula la presión arterial, previene la retención de líquidos y garantiza la correcta contracción de los músculos. El magnesio es necesario para mantener un sistema nervioso saludable. El calcio y el fósforo se encargan del crecimiento y mantenimiento de los huesos. Y el hierro combate la anemia.

Beneficios del melón deshidratado

Las propiedades anteriores aportan al melón deshidratado una serie de cualidades beneficiosas para nuestro organismo. Esto lo convierte en un alimento a tener en cuenta por toda clase de personas, desde diabéticas hasta mujeres embarazadas.

Protege la salud del corazón

El contenido de potasio del melón deshidratado ayuda a controlar la tensión arterial y previene la retención de líquidos, beneficiando la salud coronaria.

El melón es una de las frutas que contiene más betacarotenos, incluso en su versión deshidratada. Esta sustancia, que se convierte en vitamina A en nuestro cuerpo, es esencial para prevenir la aparición de enfermedades cardíacas.

Al mismo tiempo, la fibra y los antioxidantes ayudan a controlar los niveles de colesterol en la sangre y evitar que se formen placas en las arterias que con el tiempo resulten en una arteriosclerosis.

Fortalece el sistema inmune

Gracias a la acción antioxidante de las vitaminas A y C presentes en el melón deshidratado, estaremos mejor preparados para hacer frente a las infecciones, ya que el sistema inmunitario se ve reforzado y nuestras defensas aumentan.

Combate el estreñimiento

La fibra que contiene el melón deshidratado ayuda a regular el tránsito intestinal y facilitar la evacuación, siempre y cuando su ingesta se acompañe con abundante líquido.

Protege la vista

El consumo regular de melón deshidratado cuida de nuestra salud visual. Su contenido en vitamina A y betacarotenos nos protege de enfermedades como la ceguera nocturna y la degeneración macular, y retrasa el deterioro de la visión relacionado con la edad.

Evita el envejecimiento prematuro de la piel

Los antioxidantes del melón deshidratado combaten la acción dañina de los radicales libres, lo cual ayuda a frenar el envejecimiento prematuro de la piel.

Ayuda a perder peso

La creencia de que el melón engorda está muy extendida entre la población, pero es todo lo contrario. El melón es una fruta baja en calorías y azúcar. De hecho, si no hay nada que lo impida, puede formar parte de la dieta de personas obesas y diabéticas sin problemas.

Además, al contener fibra también es saciante y reduce el apetito. Mientras que el potasio favorece la eliminación de líquidos y, por consiguiente, la reducción de peso.

Aconsejable durante el embarazo

Tanto en el embarazo como en los meses anteriores, es recomendable consumir melón, natural o deshidratado, ya que sus nutrientes favorecen el adecuado desarrollo del feto. De todos ellos cabe destacar el ácido fólico, especialmente importante para evitar malformaciones del cerebro y la columna vertebral.

Contraindicaciones del melón deshidratado

El mayor problema del melón es que puede ser un alimento difícil de digerir. Esto se debe a que es una fruta que apenas necesita digestión y pasa muy rápidamente el intestino. Allí, si lo tomamos después de la comida, se mezcla con las proteínas y los carbohidratos, que son de digestión lenta, lo que puede hacer que el melón fermente y resulte indigesto.

Como el melón tiene propiedades laxantes, también puede provocar gases o incluso diarrea si se consume junto a otras frutas o con el estómago vacío. Y si ya existen alteraciones intestinales, es mejor no consumirlo. Para evitar este tipo de problemas, la recomendación es tomarlo una hora antes o después de las comidas.

Quiénes deben evitar por completo el melón deshidratado son aquellas personas que padezcan gastritis, úlcera péptica, pancreatitis o inflamación de la vesícula biliar.

Usos del melón deshidratado

El melón deshidratado es una fruta muy versátil en la cocina y un tentempié saludable, listo para sustituir esos otros más comerciales llenos de calorías vacías.

Con él se pueden crear recetas sorprendentes y originales en forma de tapas, por ejemplo. O triturarlo para hacer polvo de melón y esparcirlo en ensaladas, bebidas o platos de carne.

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