Castañas

Castañas

La castaña es un fruto seco, una semilla al igual que la nuez y proviene del árbol de castaña. Como una fruta de temporada, las castañas son símbolo del otoño y luego adornan nuestras calles durante el invierno con su olor y sabor.

Entre sus beneficios podemos mencionar que su consumo es apto para pacientes con diabetes y aportan una gran cantidad de energía. Sigue leyendo y conoce más aportes para tu salud.

Propiedades de las castañas

Muchas personas no conocen las propiedades de las castañas sobre nuestra salud. Son fuente de energía, vitaminas y antioxidantes que mantienen nuestro organismo en excelente estado. Entre sus propiedades más importantes destacan:

Fuente de energía saludable

La mayoría de los carbohidratos presentes en las castañas son almidones, teniendo un índice glucémico medio bajo. Esto hace que el nivel de glucosa en nuestra sangre aumente de forma lenta y continua, otorgándonos energía de manera sostenida. Esto es perfecto para niños y personas que practican deporte.

Rica en antioxidantes

Las castañas crudas concentran compuestos fenólicos antioxidantes como el ácido gálico, vaníllico, procianidinas y catequinas que eliminan los radicales libres del organismo y contribuyen con la renovación celular.

Fuente de vitaminas y minerales

Las castañas son ricas en vitamina C, A y E, pero también contienen minerales como el manganeso, cobre y potasio.

Beneficios de las castañas

Seguramente te preguntarás para qué sirven las castañas, ya que muchas personas las asocian al estreñimiento e incluso las evitan durante el embarazo. Sin embargo, son buenas para regular el colesterol y favorecer la salud de nuestro sistema nervioso.

Apta para personas diabéticas 

Las castañas son compatibles con la dieta de una persona diabética siempre que las consuma de forma moderada. Este fruto seco contiene un aminoácido llamado arginina que ayuda a la insulina a trabajar de forma efectiva y mejorar el sistema circulatorio.

Ideal para deportistas

Las castañas contienen minerales como el potasio, magnesio y calcio que son muy importantes en la dieta de cualquier persona que realiza ejercicio físico, ya que contribuyen al buen funcionamiento del sistema neuromuscular.

Contribuye con la salud del sistema nervioso

La nuez de castaña ayuda a combatir el cansancio y contiene triptófano, un aminoácido que ayuda a combatir el insomnio y a conciliar el sueño. Además, su alto contenido de vitamina B y fósforo es indispensable para ayudar a proteger el sistema nervioso.

Tipos de castañas

Existen cuatro clases de castaña que se diferencian entre sí por el origen de su cultivo:

  • Castaño chino: tiene su origen en China y para muchos es el castaño que mejor sabor tiene.
  • Castanea sativa: es el tipo de castaña que más se cultiva en España y contiene dentro de su clasificación la castaña comballe de tamaño grande y olargues de tamaño mediano. También incluye la clasificación belle epine de tamaño mediano que es un cruce entre castanea sativa y crenata.
  • Castanea dentata: también conocida como castaño americano porque tiene su origen en las tierras americanas.
  • Castanea crenata: se trata del famoso castaño japonés que tiene origen en este país.

¿Las castañas engordan?

Las castañas son alimentos ideales para incorporar en dietas de control de peso, ya que contienen fibra de efecto prebiótico que proporciona un efecto saciante. Además, contienen muy pocas calorías, comparadas con otros frutos secos en el mercado, lo que las hace un snack saludable para combatir la ansiedad que se presenta entre las comidas.

¿Cuántas calorías tienen las castañas?

Una porción de 100 gramos de castañas contiene 209 kcal, siendo uno de los frutos secos con menor concentración de calorías. De igual forma contienen muy poca grasa, pero son ricas en carbohidratos y proteínas, lo que las hace indispensables en cualquier dieta equilibrada.

Contraindicaciones de las castañas

Las desventajas o efectos secundarios de las castañas están asociadas a su consumo en exceso y a su forma de consumirlas, ya que en algunos casos pueden ser pesadas o difíciles de digerir. Entre las contraindicaciones más importantes podemos mencionar:

Pueden producir gases

Las castañas suelen producir gases y resultar indigestas para algunas personas, pero esto suele ir asociado a su forma de consumirlas. Por ejemplo, no es recomendable comerlas cuando están muy verdes o frescas, ya que concentran niveles elevados de taninos que son sustancias difíciles de digerir.

Es recomendable dejarlas reposar unos días para que aumente su nivel de almidón y se puedan digerir mejor. Es necesario masticarlas bien para que la saliva ayude a digerirlas y evitar consumir mucha agua mientras las comes. Si las consumes asadas, incorporar cúrcuma, hinojo, jengibre o anís para facilitar su digestión.

Las personas diabéticas deben consumirlas con moderación

Para una persona diabética, el consumo de castañas cocidas debe estar regulado a un máximo de 6 castañas diarias. La combinación del consumo del fruto del castaño junto con otros alimentos como la miel o postre, puede elevar los niveles de azúcar en la sangre, produciendo hiperglucemias.

Estreñimiento y anemia

Los taninos presentes en las castañas son sustancias muy astringentes para el sistema digestivo. Si no se consumen bien cocidas e hidratadas, pueden empeorar problemas previos de estreñimiento.

Además, esta misma sustancia presente en las castañas crudas o en la piel de las mismas, inhibe la absorción de hierro en el organismo. De esta forma, los pacientes de anemia deben moderar su consumo y evitar comerlo junto con alimentos ricos en hierro para que no perjudique la absorción del mismo.

¿Cómo asar castañas en el horno?

Para evitar que las castañas produzcan gases, es mejor asarlas para facilitar su digestión. Existen muchas recetas que puedes hacer en casa para degustar de unas castañas asadas perfectas. Sigue estos pasos para aprender a asarlas en el horno:

1. Elige bien las castañas: es importante que al momento de asar castañas, todas sean del mismo tamaño para que puedan cocinarse por igual. Además, elige aquellas que tengan buen color, como un marrón brillante sin manchas ni cortes.

2. Lava y seca las castañas.

3. Realiza un corte lateral profundo: esto te permitirá ver el interior de la castaña y asegurarte de que sea blanco y no haya ningún insecto.

4. Precalienta el horno a 200°C durante 10 minutos en la función que emane calor arriba y abajo.

5. Hornea las castañas durante 20 minutos, volteándolas después de los primeros 10 minutos.

¿Cómo asar castañas en microondas?

Es un método más rápido para consumir castañas, pero ten en cuenta que el resultado estará entre una castaña cocida y asada. 

1. Realiza los pasos anteriores para elegir las mejores castañas. Lávalas y sécalas bien para realizar el corte profundo lateral.

2. Asegúrate de que las castañas estén bien secas, porque su humedad podría averiar el microondas.

3. Dado el tamaño de las castañas, podrás preparar un pequeño puñado.

4. Coloca las castañas en un recipiente apto para microonda y con tapa.

5. Enciende el microondas a una potencia de 800W durante 6 a 8 minutos.

6. Una vez listas, aprovecha de pelarlas mientras estén bien calientes. De lo contrario, te dará más trabajo hacerlo.

¿Cómo asar castañas en el sartén?

También puedes preparar castañas asadas utilizando tu cocina. Sin embargo, debes tener en cuenta que si tienes una cocina a gas, necesitarás un sartén castañero hecho de hierro y con agujeros en el fondo para que las castañas entren en contacto con el fuego.

Si tienes una cocina de vitrocerámica, solo necesitas un sartén con tapa. Es muy fácil hacer castañas asadas al sartén, solo debes seguir estos pasos:

1. Lava y seca las castañas para realizar el respectivo corte profundo.

2. Coloca las castañas en el sartén que corresponda a fuego o temperatura elevada y cúbrelo con la tapa.

3. Es importante que muevas el sartén para que las castañas se asen de manera uniforme, no se quemen por fuera y permanezcan crudas por dentro.

4. Pasados 25 a 30 minutos, las castañas estarán listas.

5. Retira las castañas del fuego y colócalas en un paño limpio para que mantengan el calor y sea más fácil pelarlas.

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