Moras deshidratadas

¿Quién no ha ido alguna vez al bosque y se ha metido entre las zarzas para comer moras silvestres?. Estas pequeñas bayas carnosas y jugosas hacen las delicias de grandes y pequeños.

El ser humano consume moras desde hace milenios y se han utilizado en la cocina durante siglos.

Como otros frutos rojos (o frutos del bosque) las moras son auténticas bombas nutricionales, un alimento que no debería faltar en nuestra dieta. Sin embargo, las moras deshidratadas no son tan conocidas, aunque son igual de saludables. Al deshidratarlas pierden el agua, pero mantienen todos sus nutrientes y el sabor intactos.

A continuación, te ayudamos a conocer mejor sus propiedades.

Propiedades de las moras deshidratadas

Comer moras deshidratadas es una de las mejores maneras de contribuir a tener una buena salud. A pesar de su tamaño, son unos frutos muy valiosos desde el punto de vista nutricional, ya que aportan elementos esenciales para que el organismo funcione en las mejores condiciones.

Contiene micronutrientes importantes como las vitaminas B3 y B6, y minerales como el calcio, el magnesio y el hierro. Pero los que realmente destacan son los siguientes:

Vitamina C

Las moras cuentan con una gran concentración de vitamina C. De hecho, una taza cubre la mitad de las necesidades diarias de esta sustancia. Y esto es importante porque la vitamina C es indispensable por varios motivos:

  • Refuerzan el sistema inmunitario al aumentar el número de anticuerpos.
  • Ayudan al cuerpo a producir colágeno, la proteína encargada de fortalecer el tejido muscular, los huesos y los cartílagos; dar firmeza y elasticidad a la piel; acelerar la curación de las heridas y reforzar el cabello.
  • Nos protegen del efecto dañino de los radicales libres.
  • Colaboran en la absorción del hierro, especialmente el que proviene de los vegetales (el llamado “no hemo”), que a nuestro cuerpo le cuesta asimilar.

Fibra

Gracias a este nutriente, las moras deshidratadas contribuyen a mejorar la función digestiva y la microbiota intestinal. De esta manera, estamos mejor protegidos ante las enfermedades gastrointestinales.

Por otro lado, la fibra genera una especie de gel en el intestino que retarda la absorción del colesterol, los triglicéridos y la glucosa, lo que se traduce en una reducción de sus niveles en sangre.

Vitamina K

Las moras deshidratadas son una excelente fuente de vitamina K, que es esencial para la coagulación de la sangre, impidiendo que esta se vuelva demasiado líquida. Algo necesario si queremos evitar hemorragias, ya sean internas o externas.

Vitamina A

Se trata de otra de las vitaminas que abundan en las moras deshidratadas. Es necesaria para estimular la función del sistema inmunitario, proteger la piel de los rayos UV del sol, favorecer el crecimiento capilar y mantener una buena salud visual.

Antioxidantes

El efecto de los antioxidantes contenidos en las moras deshidratadas, no solo retrasa el envejecimiento prematuro, sino que previene todo tipo de enfermedades, ya sea que se relacionen con las funciones cognitivas, el corazón, el cáncer o sean de carácter inflamatorio.

Potasio

El potasio es un mineral que mantiene el equilibrio hídrico del cuerpo, evitando la acumulación de líquidos. Pero también ayuda a regular la presión arterial y garantizar los impulsos nerviosos entre las neuronas.

Beneficios de las moras deshidratadas

Después de conocer los compuestos más relevantes de las moras deshidratadas, podemos destacar algunos de los muchos beneficios que nos pueden aportar:

Son cardiosaludables

La capacidad de las moras para controlar la presión arterial, unida a la acción conjunta de la fibra y de los antioxidantes, contribuye a reducir los niveles de colesterol en el torrente sanguíneo, evitando que se acumule en las paredes arteriales. De esta manera, se mantiene a raya uno de los mayores culpables de las enfermedades coronarias.

Retrasan la aparición de enfermedades neurodegenerativas

Consumir moras está estrechamente relacionado con la salud cerebral. Sus componentes antioxidantes mejoran las funciones cognitivas, como la memoria, así como las conexiones neuronales. Por eso, comer moras deshidratadas puede ser de gran ayuda para prevenir enfermedades como el Alzheimer y la demencia, o mejorar sus síntomas.

Mejoran la digestión

Los nutrientes de las moras deshidratadas ayudan a descomponer sustancias que para el organismo son difíciles de digerir. Es el caso de las proteínas, las grasas y los carbohidratos.

Por otro lado, la fibra mejora el tránsito intestinal y previene el estreñimiento.

Combaten las infecciones

Al ser un alimento que fortalece nuestras defensas, las moras deshidratadas nos ayudan a combatir todo tipo de enfermedades, pero, especialmente, aquellas relacionadas con el sistema respiratorio, como la gripe, el resfriado, el asma o la bronquitis.

Favorecen la salud de la piel

Una de las mejores formas de combatir el envejecimiento celular prematuro causado por los radicales libres es aprovechando las propiedades antioxidantes de las moras deshidratadas. Además, al producir colágeno, se retrasa la aparición de las arrugas.

Efectos anticancerígenos

Las moras deshidratadas forman parte de la larga lista de alimentos que podrían prevenir el cáncer. Esto se debe, en parte, a sus propiedades antioxidantes, que parecen tener poder para frenar el crecimiento de células malignas.

Alivian los síntomas de enfermedades inflamatorias

Otra de las muchas cualidades de las moras deshidratadas es su propiedad antiinflamatoria. Esta ha demostrado ser muy eficaz para mejorar los síntomas de dolencias como la artritis o aquellas derivadas de la diabetes.

Contraindicaciones de las moras deshidratadas

Las moras deshidratadas acostumbran a ser un alimento bien tolerado, pero dependiendo de cómo se consuman, pueden causar algunos efectos molestos:

  • Comerlas en exceso produce gases, dolor de estómago e, incluso, diarrea.
  • Se recomienda limitar su ingesta si se está siguiendo una dieta con alimentos diuréticos, ya que estos frutos podrían potencial ese efecto.

Cómo usar las moras deshidratadas

Las moras deshidratadas se conservan bien durante 18 meses, siempre que se estén en un lugar fresco y seco, resguardadas de la luz.

Son un recurso saludable del que echar mano cuando necesitamos picar algo entre horas. Pero también son ideales para acompañar postres y meriendas. Prueba a incorporarlas al yogur, los helados, los cereales y en tartas. Elabora zumos e infusiones frías para refrescarte en los días calurosos. O utilízalas en tus salsas para acompañar platos de carne.

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