Desde la antigüedad el ser humano ha utilizado las plantas para aprovechar las muchas propiedades saludables que tienen para la salud. Hasta el punto de que, hoy en día, el consumo de infusiones y tés está más extendido que nunca. En algunos lugares del mundo forman parte de la cultura popular. Sin embargo, muchas personas toman este tipo de bebidas tanto para prevenir cómo para mejorar una amplia gama de dolencias.
Cómo elegir la infusión más saludable
De entrada hay que decir que todas las infusiones y tés son saludables, ya que todas aportan beneficios al organismo. De hecho, se han realizado varios estudios para determinar cuál es la mejor infusión de todas, pero ha sido imposible llegar a una conclusión clara. Por lo tanto, la infusión más saludable será aquella que, en un determinado momento, resuelva un problema específico (trastornos digestivos, ansiedad, insomnio, etc.).
Una vez que tenemos claro el objetivo de la infusión, debemos considerar otros factores que influyen a la hora de elaborar una infusión que nos aporte el máximo de beneficios:
- El estado de salud. Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia deberían evitar el consumo de ciertas plantas por ser potencialmente abortivas o porque favorecen la hipertensión. También es aconsejable consultar con el médico si se está tomando algún tipo de medicación ya que algunas infusiones pueden interferir en sus efectos.
- La adquisición de las plantas. Por cuestiones de higiene y seguridad, es preferible adquirir las hierbas medicinales ya envasadas. Sin embargo, quienes prefieren comprarlas a granel, es mejor que lo hagan en herboristerías para garantizar que no contengan microorganismos perjudiciales para la salud.
- La elaboración. Es importante no sobrepasar la cantidad recomendada de hierbas para cada infusión, que suele ser de unos 2 gramos (1 cucharadita) por cada 200 ml de agua. De lo contrario, pueden provocar efectos adversos o empeorar los síntomas que pretendemos aliviar.
Las infusiones y tés más saludables
A continuación veremos cuáles de estas bebidas son las más beneficiosas en función de sus propiedades.
Infusiones digestivas
Uno de los recursos naturales más utilizados para aliviar trastornos digestivos son las infusiones. Resultan ser bastante eficaces para aliviar las digestiones pesadas y reducir la hinchazón porque son capaces de eliminar los gases. También resultan ser efectivas cuando se presentan ardores, vómitos, náuseas o dolores gastrointestinales. Incluso pueden aliviar los síntomas asociados al síndrome de colon irritable.
En este grupo se encuentran algunas de las plantas más populares: la manzanilla, el poleo menta, el hinojo, el anís, el boldo, el jengibre y la menta.
Si los trastornos digestivos están asociados a estados de ansiedad o estrés, este tipo de infusiones se pueden combinar con otras que contengan propiedades relajantes.
Infusiones para el resfriado
Uno de los principales usos de las infusiones es calmar los síntomas del resfriado. Algunas plantas tienen propiedades antitusivas, antibacterianas, mucolíticas, expectorantes y analgésicas. Todas ellas ayudan a calmar la tos, reducen la mucosidad y la congestión nasal, alivian la irritación de garganta, abren las vías respiratorias para poder respirar mejor y refuerzan el sistema inmunitario.
La infusión de tomillo es de las más conocidas, pero también son muy útiles las de jengibre, salvia, equinácea, eucalipto e hinojo.
Infusiones relajantes
Existen plantas con efectos calmantes y sedantes que relajan los músculos, la mente y el sistema nervioso en general. Estas infusiones nos pueden venir muy bien en casos de insomnio y para calmar los nervios cuando pasamos por momentos de estrés. Algunas incluso reducen las palpitaciones y los dolores de cabeza relacionados con la ansiedad.
La tila, la valeriana, la melisa, la pasiflora, la hierba luisa y el espino blanco están entre las más consumidas.
Infusiones diuréticas
Cuando el organismo retiene líquidos, no solo supone un impedimento para adelgazar, sino que también puede ser síntoma de una insuficiencia renal o de problemas circulatorios. Es algo que debe determinar el médico, sobre todo si estás pensando en tomar algún diurético porque podría empeorar la situación. Sin embargo, en la mayoría de los casos tiene más que ver con el estilo de vida o con cambios hormonales.
Las infusiones diuréticas se utilizan para estimular la producción de orina por parte de los riñones. Además, combinadas con otras que favorecen la quema de grasa y aceleran el metabolismo (como el té rojo, el diente de león, el rooibos o el jengibre), contribuyen a facilitar la pérdida de peso.
Las plantas diuréticas más comunes son: la cola de caballo, la alcachofa, el diente de león y el té verde.
Infusiones antioxidantes
Los antioxidantes son unas sustancias conocidas por retrasar el envejecimiento celular. Sin embargo, actúan sobre todo el organismo: mejoran la circulación y favorecen la salud cardiovascular, estimulan el rendimiento cognitivo, reducen la inflamación, mantienen a raya los niveles de colesterol y triglicéridos y fortalecen el sistema inmunológico, entre otras muchas funciones.
De entre las infusiones que contienen más antioxidantes destacan todos los tipos de té (y especialmente el blanco, el verde y el matcha), el rooibos, el hibisco y la yerba mate.
Como puedes ver, las infusiones contienen tantas propiedades y beneficios que son una opción excelente para cuidar de nuestra salud. Para cada tipo de molestia existe una o más plantas que te pueden ayudar a combatir los síntomas. De ti depende descubrir cuáles son las más saludables.