El café, esa bebida universal que nos despierta cada mañana, está repleta de propiedades muy saludables para nuestro organismo. De entre las más de mil sustancias que lo componen destacan el magnesio y las vitaminas K, B2 y B5. Además, es bajo en sodio y no contiene ni grasas ni colesterol.
En cuanto a los carbohidratos, estrictamente hablando, podemos decir que el café está libre de ellos. Sin embargo, eso cambia dependiendo del tipo de bebida que elijas.
En este artículo veremos los valores de cada variedad. Pero antes descubriremos qué son los hidratos de carbono y porqué son importantes para nuestro cuerpo.
Un elemento esencial para la vida
Los carbohidratos, son moléculas de azúcar que, junto a las proteínas y las grasas, forman parte de los nutrientes indispensables que mantienen con vida a nuestro organismo. Los hay de tres tipos:
- Azúcares (o carbohidratos simples): Son aquellos que presentan una forma más básica y se encuentran en la leche, las frutas y las verduras.
- Almidones (o carbohidratos complejos): Están formados por la unión de azúcares simples que el cuerpo necesita descomponer para transformarlos en energía. Los podemos encontrar en el pan, los cereales y la pasta, así como en las patatas, los guisantes y el maíz.
- Fibra: Se trata de los carbohidratos complejos más singulares. Como el organismo no puede descomponer la mayor parte de la fibra, se produce una sensación de saciedad, lo que provoca una menor ingestión de alimentos. Esto nos ayuda a controlar el peso corporal, pero también a regular el tránsito intestinal, así como los niveles en la sangre de colesterol y de azúcar. Alimentos como frutas, verduras, legumbres, frutos secos, semillas y cereales integrales son ricos en fibra.
Entre las múltiples funciones de los carbohidratos la más importante es la energética. Nuestro cuerpo necesita energía para llevar a cabo todas y cada una de sus funciones, desde movernos hasta pensar. Para conseguirlo, descompone los hidratos de carbono en glucosa, el principal combustible de las células. Después, según las necesidades de cada momento, puede utilizar esa energía de forma inmediata o almacenarla en el hígado y los músculos para usarla cuando haga falta. El cerebro y los glóbulos rojos, en concreto, dependen de la glucosa para funcionar correctamente. De ahí que sea tan importante mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de los parámetros seguros.
Los hidratos de carbono también forman parte del tejido conectivo, del nervioso y de las moléculas de ADN. Por otro lado, tienen un papel importante en la estructura y la función de las células, los órganos y los tejidos.
Los carbohidratos del café
Son muchas las personas que disfrutan cada día de una taza de café solo, pero también es cierto que a muchas otras les gusta añadirle otros elementos, como azúcar, leche o crema. De hecho, la mayoría de bebidas elaboradas con café se pueden modificar según el gusto del consumidor. Y ahí es donde al café se le acumulan los carbohidratos.
Otro punto a tener en cuenta es que los cafés especiales (a los que se les añade chocolate, nata, leche condensada o licores) contienen bastantes carbohidratos. Esto no tiene la menor importancia si lo tomas de forma puntual o no tienes problemas de sobrepeso. Sin embargo, si sigues una dieta baja en este nutriente debes tener más cuidado.
Conviene saber que la dosis de cafeína no influye en la cantidad de carbohidratos. Por lo tanto, no importa si el café que tomas es descafeinado o no. Lo que verdaderamente influye son los ingredientes que le añades. Por ejemplo, una cucharada de leche entera aporta 1 gramo de carbohidratos, mientras que un sobre de azúcar representa 8 gramos.
Quien sigue una dieta de adelgazamiento suele utilizar edulcorantes artificiales para endulzar el café, ya que carecen de carbohidratos. Sin embargo, potencian el gusto por lo dulce y pueden hacer que acompañen el café con alguna pasta, galleta o bizcocho, lo que añadiría bastantes calorías y arruinaría la dieta.
A continuación tienes un listado de la cantidad aproximada de carbohidratos que contienen las diferentes variedades de café:
- Café solo o espresso: 0,5 gr (2 gr si es de cápsula).
- Café americano (350 ml): 0,5 gr.
- Café con leche (240 ml): 6 gr.
- Cortado: 0,5 gr (2 gr. si es de cápsula).
- Café latte (300 ml): 10 gr.
- Cappuccino (240 ml): 6 gr.
- Cappuccino con nata (240 ml): 13 gr.
- Café moca (240 ml): 44 gr.
- Café vienés: 13 gr.
- Café bombón: 23 gr.
Un exceso de carbohidratos puede alterar nuestro organismo hasta tal punto que desarrollemos resistencia a la insulina, aumenten los triglicéridos en el torrente sanguíneo y disminuyan los niveles de colesterol HDL (o bueno). Por no decir que el cuerpo transformará ese excedente de glucosa en grasa.
Esto no significa que debamos prescindir de los cafés más elaborados, pero sí podemos conseguir que sean menos calóricos siguiendo las siguientes pautas:
- Reduce el tamaño de la bebida añadiendo menos leche.
- No abuses de los extras, como la nata o la leche condensada.
- Sustituye los lácteos por bebidas vegetales, como las leches de soja, coco o avena.
Así que, si necesitas esa taza de café diaria, pero tampoco te apetece añadir demasiados carbohidratos a tu alimentación, puedes disfrutar de él de una manera más saludable si sigues los consejos anteriores. Aprovecharás mejor los beneficios que aporta el café y tu salud, sin duda, te lo agradecerá.