Cómo tostar frutos secos en casa

Una forma saludable de comer frutos secos es tostarlos. En este artículo aprenderemos varios métodos sencillos para hacerlo en casa.

Se suele decir que los frutos secos son pequeñas bombas nutritivas. Y no es para menos. Ricos en ácidos grasos saludables, vitaminas y minerales, aportan multitud de beneficios a nuestro organismo, desde proteger el corazón hasta darnos un plus de energía cuando estamos bajos de ánimo.

Además, son aptos para todo el mundo (a excepción de las personas alérgicas), sin importar si son intolerantes a la lactosa, celíacos o diabéticos. Incluso las mujeres embarazadas y sus futuros bebés sacan partido de las innumerables propiedades que poseen los frutos secos.

Por otro lado, se pueden consumir a cualquier hora y en cualquier lugar, ya que son fáciles de guardar y de transportar. Sin embargo, al ser tan calóricos, se recomienda limitar su consumo a una ración de 25-30 gramos diarios, siempre teniendo en cuenta las necesidades energéticas y nutricionales de cada uno.

También es importante la manera como los tomamos. En el mercado se comercializan en varios formatos: fritos, chocolateados, salados y caramelizados. En estos casos, al ser procesados, pierden parte de sus propiedades. Además, su consumo aportará a nuestro cuerpo un exceso de azúcares y grasas que contribuirán a hacernos aumentar de peso. Por eso, lo mejor es comprarlos al natural o tostados. Si te gustan más estos últimos, una alternativa saludable sería aprender a tostarlos en casa.

Esto presenta varias ventajas:

  • El control sobre los ingredientes añadidos y el punto de cocción, ya que a veces en las bolsas de frutos secos comerciales aparecen piezas pasadas de tueste, otras medio crudas o demasiado saladas.
  • El sabor. Un tueste en su punto, sin pasarse del tiempo de cocción ni de temperatura, hace que los frutos secos sean más sabrosos y digestivos que si están crudos.
  • El precio. No son pocas las marcas que venden más caro el fruto seco en su versión tostada que al natural.

Y no hay que olvidar la satisfacción que uno siente al elaborar sus propios productos en la cocina de casa.

A tener en cuenta antes de tostar frutos secos

Antes de elegir el fruto que queremos tostar, debemos saber que no todos aguantan igual de bien este proceso. Por ejemplo, la piel que recubre las nueces en lugar de desprenderse durante el tueste se reseca y se vuelve amarga; mientras que las nueces de Macadamia o los coquitos (nueces de Brasil) son demasiado grandes y no se tuestan bien.

Los mejores frutos secos para tostar son las almendras, las avellanas, los anacardos y los cacahuetes.

Para tostar frutos secos hay que quitarles la cáscara dura que los envuelve, pero no es imprescindible eliminar la piel fina que los recubre. En la mayoría de los casos se desprenderá sola. Sin embargo, dejarla puede suponer un impedimento a la hora de ver si el fruto está bien tostado o no, aunque el olor es un buen indicativo. Por eso hay quien opta por eliminarla para controlar mejor el proceso de tueste. En el caso de las almendras, escaldarlas en agua hirviendo servirá para retirar la piel fácilmente. Es recomendable hacerlo un día antes de tostarlas para que cuando llegue el momento estén completamente secas.

También hay que procurar que todas las piezas sean de tamaño parecido. De esta manera, nos aseguramos de que se tuesten uniformemente y en el mismo espacio de tiempo.

Por el mismo motivo, es preferible no mezclar diferentes tipos de frutos secos a la vez, ya que ninguno tarda lo mismo en tostarse; ni cocinarlos en grandes cantidades. Es mejor hacerlo en varias tandas y que no estén amontonados unos sobre otros.

Al tostarlos no es necesario añadir aceite. Los frutos secos ya tienen bastante en su composición, que liberan con el calor. Un exceso de grasa a temperaturas altas acaba quemándose y adhiriéndose a los frutos, lo cual no sería muy saludable para el cuerpo.

Por último, se puede optar por tostarlos con sal u otras especias, aunque sin ellas ya resultan muy gustosos. Para especiarlos, hay que ponerlos en un bol con el condimento elegido y mezclarlos bien antes del tueste. Durante la cocción, la sal se adherirá a los frutos e impedirá que se tuesten demasiado.

Cómo tostar frutos secos

Tostar frutos secos en casa no es un proceso complicado, pero sí requiere prestar atención de forma continua para que no se quemen y el tostado sea homogéneo.

La cocción se puede llevar a cabo de tres maneras distintas: en el horno, en la sartén o en el microondas. Veamos cada una de ellas por separado.

Horno

1. Precalentar el aparato entre 170º y 180º grados, con calor arriba y abajo.

2. Poner los frutos secos en una bandeja cubierta con papel sulfurizado (de hornear), separados unos de otros, sin amontonarlos.

3. Introducir la bandeja en el horno, a media altura.

4. El tiempo total de cocción puede oscilar entre los 6 y los 15 minutos, dependerá del tipo de fruto seco, su tamaño y de la potencia del electrodoméstico. Lo importante es removerlos cada 4 o 5 minutos para asegurarnos de que no se queman y de que se tuestan todos por igual.

5. Cuando estén al punto, sacarlos del horno y colocarlos sobre una superficie fría para evitar que sigan cociéndose.

Sartén

Con este método, aunque tiene la ventaja de que se puede controlar bien el tiempo de cocción, los frutos secos suelen quedar tostados por fuera, pero crudos por dentro. Es muy práctico cuando solo vamos a tostar poca cantidad.

1. Colocar los frutos secos en una sartén fría, sin engrasar, de forma que no queden unos encima de otros.

2. Poner al fuego, al mínimo, y mantener una temperatura baja-media para que no se quemen.

3. Remover constantemente y evitar que se peguen al fondo de la sartén. En 6 u 8 minutos estarán listos.

4. Extenderlos en una superficie fría.

Microondas

Otro método ideal si queremos tostar poca cantidad de frutos secos.

1. Poner los frutos, separados, en un plato apto para microondas.

2. Introducirlo y programar el aparato a máxima potencia.

3. Dependiendo del fruto seco, el proceso de cocción puede durar entre 4 y 6 minutos. Para que no se quemen, y se tuesten de forma homogénea, se debe abrir el microondas cada minuto y removerlos.

4. Una vez finalizado el proceso de tueste, colocarlos sobre una superficie fría.

Cuando los frutos secos tostados estén completamente fríos, ya se podrán comer. Si los queremos usar en otro momento o hemos tostado mucha cantidad, es necesario meterlos en un recipiente hermético y guardarlo en un lugar fresco y alejado de la luz. Lo recomendable es consumirlos en un plazo máximo de 15 días porque las grasas que contienen se enrancian fácilmente, cambiando su sabor, aroma y textura.

Los frutos secos tostados no solo son un aperitivo delicioso, sino que podemos combinarlos en multitud de recetas. Y si los hemos tostado nosotros, el resultado será espectacular.