La deshidratación de frutas y verduras es un proceso de conservación a través del cual se extrae la mayor parte del agua que contienen estos alimentos. La acción del aire caliente es el método principal para lograr la deshidratación. De este modo, se evita por más tiempo la formación de microorganismos como hongos y bacterias que contribuyen al deterioro y putrefacción de estos alimentos.
En este artículo te enseñaremos los métodos más comunes para deshidratar frutas y verduras y cuáles son aquellos alimentos que más se suelen consumir en esta presentación.
¿Cómo deshidratar frutas en casa?
Deshidratar frutas en casa nos permite asegurarnos sobre su origen, calidad, manipulación e higiene, brindándonos seguridad total sobre su fecha de elaboración y envasado.
El proceso de deshidratación implica la exposición del alimento al calor para que libere toda el agua contenida. De esta forma, puedes deshidratar frutas y verduras desde tu propia casa, a través de tres métodos:
1. Deshidratador eléctrico
2. Horno
3. Microondas
Son mecanismos muy sencillos de deshidratación que suelen llevar varias horas porque si se quiere extraer el agua de la fruta o verdura, ésta debe ser expuesta a un nivel de calor bajo. De lo contrario se cocinaría el alimento y no es eso lo que se busca a través de la deshidratación.
¿Cómo deshidratar frutas en deshidratador?
Los deshidratadores eléctricos son equipos de uso casero que incluyen un sistema de calentamiento y ventilación. El flujo de aire caliente atraviesa los alimentos y elimina de forma progresiva la humedad en ellos.
Este método es el más rápido porque estos equipos cuentan con un sistema de regulación de temperatura muy preciso. Solo debes introducir la fruta rebanada en las rejillas y programar el temporizador. Una vez que estén listas solo debes sacarlas de las bandejas.
Realmente es el método más sencillo y práctico si quieres deshidratar frutas y verduras de manera frecuente.
¿Cómo deshidratar frutas en el horno?
También es posible secar frutas y verduras a través de tu horno siempre que pueda funcionar con temperaturas muy bajas. El proceso generalmente consta de los siguientes pasos:
1. Lavar muy bien la fruta y verdura, escurriendo el agua al finalizar.
2. Cortar la fruta en rodajas o en dados, dependiendo de la presentación deseada. Algunas personas espolvorean azúcar en caso de ser frutas o para las verduras añaden un toque de sal y especias.
3. Disponer los trozos de fruta o verdura a deshidratar en una bandeja o rejilla con papel vegetal. Es necesario que estén separadas unas de otras para que no se peguen una vez empiecen a liberar el agua.
4. Precalentar el horno a la temperatura más baja que suele ser entre 60° y 80°C.
5. Introducir la bandeja en el horno y dejar la puerta entreabierta unos 5-10 cm para que el aire circule y no se concentre la humedad.
6. Voltear las frutas o verduras para que se deshidraten por ambos lados de la misma forma. El tiempo de secado puede ser entre 4 a 10 horas, dependiendo de la fruta y de la consistencia que quieras que tenga. La textura debería ser seca, más no crujiente y un poco húmeda en el centro.
7. Para conservar la fruta deshidratada almacénala en un recipiente hermético y seco, a temperatura ambiente.
¿Cómo deshidratar frutas en microondas?
Deshidratar tus frutas y verduras en microondas es muy rápido, sencillo y económico. Sin embargo, debes asegurarte que tu equipo cuente con funciones de baja temperatura. Tan solo debes seguir estos pasos:
1. Lavar muy bien la fruta y retirar toda la humedad.
2. Cortar la fruta en pequeñas y delgadas rodajas.
3. Distribuir las rodajas en un plato apto para microondas, asegurando de no amontonarlas unas con otras, ya que se pegarán entre sí.
4. Encender el microondas en la función de descongelado, a temperatura media / baja y deshidratar las frutas durante 30 a 45 minutos para evitar que se cocinen o se quemen.
5. Voltear las rodajas cada 10 minutos para asegurar de que se deshidraten de manera uniforme.
6. Revisar que tengan la contextura deseada y retíralas del microondas.
¿Cómo deshidratar frutas al sol?
Es el método de deshidratación artesanal por experiencia, pero conlleva mucho más tiempo que otros mecanismos. Se trata de colocar las frutas o verduras en una mesa o rejilla, de manera que estén expuestos al sol.
De este modo, la acción de los rayos solares, en combinación con el viento se encargará de eliminar la humedad de los alimentos. Sin embargo, debes asegurarte que la temperatura del ambiente sea de al menos 25°C y que a los alimentos les de aire por debajo.
Además, es necesario cubrirlos con una mosquitera o una gasa fina para evitar la entrada de insectos y partículas indeseadas. La mayor parte de las frutas y verduras tarda como mucho 2 días hasta deshidratarse completamente al sol.
¿Cómo deshidratar frutas industrialmente?
A nivel industrial, las frutas se deshidratan de igual forma a través de procesos de aire caliente. Los deshidratadores industriales tienen mucha capacidad de almacenamiento, por lo que puedes secar varias frutas de una sola vez.
Generalmente su temperatura oscila entre 30° y 80°C, con una configuración de tiempo de 1 a 24 horas. Estas máquinas son capaces de configurar diferentes horas y temperaturas según el tipo de alimento que quieres deshidratar.
Los deshidratadores industriales están hechos de acero inoxidable para recolectar mejor la energía. De esta forma, el calor no se pierde y se preserva de una mejor manera. De hecho, el aire circula de manera horizontal, consumiendo muy poca energía y trabajando de forma eficiente.
¿Qué frutas se pueden deshidratar?
Las frutas ideales para ser deshidratadas son aquellas más jugosas y abundantes en agua y azúcares. Generalmente se deshidratan aquellas frutas que tienen una corta vida útil y de las cuales se quiere aprovechar su consumo fuera de la temporada. Un ejemplo de esto pueden ser las manzanas, peras, uvas, mango, piña, naranjas, bayas, y melocotones.
Las frutas más endebles como los plátanos, deben ser deshidratados con mucho más cuidado, monitoreando rigurosamente la temperatura, ya que este tipo de frutas son más susceptibles al calor.