La naturaleza nos obsequia con una gran variedad de plantas con efectos medicinales. El conocimiento de su poder curativo ha pasado de generación en generación durante milenios, hasta nuestros días. De hecho, la industria farmacéutica utiliza extractos de plantas para fabricar muchos de los medicamentos que tenemos en el botiquín de casa.
Hoy en día, las infusiones (entre las que se encuentra el té) forman parte de nuestras vidas. En ocasiones, recurrimos a ellas para reconfortarnos, combatir el frío o simplemente por puro placer. Pero, en otras, su consumo nos ayuda a aliviar ciertos trastornos o molestias físicas.
A continuación, detallamos las características más importantes de los tés y de algunas de las infusiones de hierbas más utilizadas.
Principales propiedades y beneficios del té
Se conocen seis tipos de té: verde, rojo, negro, blanco, azul y amarillo. Todos ellos surgen de una misma planta, la Camellia sinensis, y por eso comparten las mismas propiedades. Sin embargo, el sabor y los beneficios que aportan pueden variar un poco. Las diferencias entre cada uno de ellos dependen del lugar donde se hayan cultivado y del proceso de elaboración posterior.
El té cuenta con propiedades antiinflamatorias, antibacterianas, calmantes y estimulantes. Pero la principal propiedad es su capacidad antioxidante y casi todos los beneficios que aporta están relacionados con ella. Sustancias como los polifenoles frenan la oxidación de las células y la acción de los radicales libres, lo que los convierte en elementos imprescindibles de una dieta saludable. Por lo tanto, cualquier variedad de té será beneficiosa para combatir el envejecimiento y la aparición de enfermedades.
Aún y así, el nivel de antioxidantes de cada té es diferente. Por ejemplo, el té blanco y el amarillo son los que más contienen. Esto se debe a que las hojas apenas se someten a un breve periodo de oxidación durante su elaboración. Cuanto más intenso es ese proceso, más antioxidantes se pierden, como en el caso del te negro. En cambio, la variedad verde, roja (o pu-erh) y azul (conocido como oolong) presentan una oxidación intermedia.
Pero veamos con mayor detenimiento qué beneficios aporta el té.
Promueve la salud cardiovascular
Las catequinas, y especialmente la EGCG (galato epigalocatequina), son un tipo de antioxidantes naturales presentes en el té. Su función es impedir que las paredes arteriales se endurezcan, mejorar la circulación sanguínea y mantener unos niveles bajos de colesterol LDL.
El consumo regular de té también contribuye a reducir la presión arterial en personas hipertensas.
A este respecto, se ha demostrado que el té rojo es bastante eficaz. Es el único té fermentado y en el proceso se generan purinas, unos compuestos que pueden mantener a raya los niveles en sangre de colesterol y triglicéridos.
Ayuda a bajar de peso
El té verde es un viejo conocido de las dietas de adelgazamiento. Sin embargo, todos los tés tienen el mismo potencial para quemar grasas.
Algunos estudios apuntan a que la cafeína que contiene el té (denominada teína) activa la termogénesis, es decir, el proceso mediante el cual nuestro organismo produce calor y elimina grasas.
Por otro lado, los polifenoles aceleran el metabolismo. De esta manera, y especialmente al realizar ejercicio, se inhibe la absorción de lípidos y se estimula la descomposición de estos en un proceso llamado lipólisis.
Por lo tanto, beber té después de las comidas favorecerá la quema de grasas, evitando que se acumulen en el cuerpo.
Además, es bueno para eliminar toxinas y evitar la retención de líquidos.
Efecto antiinflamatorio
A causa de la cantidad de antioxidantes que contiene, el té posee propiedades antiinflamatorias que disminuyen los síntomas de ciertas molestias gástricas, mejora los marcadores en enfermedades que causan inflamación o incluso aceleran la recuperación muscular tras la práctica deportiva.
Energizante
Todos los tés contienen teína, sobre todo el té negro. Por eso es una bebida que despeja y da energía. Su efecto estimulante dura más tiempo que el del café gracias a la acción del aminoácido L-teanina, que solamente está presente en el té.
La L-teanina tiene la capacidad de hacer que el organismo absorba la cafeína de forma más lenta, por lo que tomar una taza de té mantendrá tu mente despierta y tus sentidos alerta, combatirá el cansancio y, al mismo tiempo, no te causará nerviosismo.
Refuerza el sistema inmune
La edad y factores externos como la radiación solar, la exposición a metales pesados, el tabaquismo o la contaminación, provocan que nuestro nivel de antioxidantes disminuya y aumenten los radicales libres, que causan aún más daño a las células y dificultan la acción del sistema inmune.
Siempre necesitamos tener nuestras defensas fuertes y preparadas para hacer frente a cualquier infección. Y esto se consigue a base de incrementar los antioxidantes mediante la dieta.
Protege la actividad neuronal
El estrés oxidativo es uno de los factores que propicia la aparición de enfermedades neurodegenerativas. Los polifenoles frenan esa oxidación, retrasando la aparición de la enfermedad de Alzheimer o el párkinson.
Al mismo tiempo, junto con la acción de la teína, los antioxidantes intervienen en la mejora de la concentración y la memoria a corto y largo plazo.
Prevención del cáncer
Existen varios estudios que apuntan a que los antioxidantes, las teaflavinas y las tearubiginas presentes en el té tienen gran capacidad para captar radicales libres y proteger las células de la oxidación. O que las catequinas ralentizan la proliferación de las células tumorales.
A pesar de los buenos resultados obtenidos con animales de laboratorio, las pruebas realizadas en humanos no han aportado evidencias irrefutables.
Mejora la salud de la piel
Debido al poder antioxidante del té y a sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, muchos productos para el cuidado de la piel, cremas antienvejecimiento y antiacné, contienen extracto de té verde o blanco. De hecho, han demostrado ser muy útiles para rebajar la inflamación, mejorar la infección y rejuvenecer la piel.
Salud bucal y digestiva
El té contiene varios minerales, entre ellos el flúor. Este, junto a las propiedades antibacterianas, inhibe la proliferación de las bacterias causantes de la placa dental y previene la aparición de caries.
Al mismo tiempo, el poder astringente del té y su contenido en taninos, ayuda a mejorar las digestiones pesadas.
No obstante, aunque la cantidad de taninos no es muy elevada, está demostrado que tomarlos en las comidas puede dificultar la absorción del hierro. Así que, si tienes anemia, es mejor evitar el té.
Fortalece los huesos
El té contiene, además de flúor, minerales como el calcio y el magnesio, todos necesarios para la formación de los huesos y mantener una buena densidad ósea.
Consumido con regularidad frena la pérdida de masa muscular y, en cierto grado, el riesgo de sufrir fracturas. Sin embargo, tomado en grandes cantidades (más de tres tazas al día), el té también favorece la pérdida de calcio a través de la orina, lo cual sería contraproducente para nuestros huesos.
Prevención de la diabetes
La relación entre el té y la diabetes sigue siendo objeto de estudio, ya que los resultados obtenidos hasta ahora no son concluyentes. Aún y así, todo apunta a que los compuestos bioactivos del té podrían mejorar el síndrome metabólico, la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina.
Propiedades y beneficios de las infusiones
Existen muchas plantas con efectos positivos para la salud y todo el mundo conoce, en mayor o menor medida, algunas de ellas. En este apartado nos centraremos en las infusiones más conocidas, elaboradas a base de plantas, pero diferentes del té.
Anís verde
El anís verde posee propiedades digestivas, analgésicas, expectorantes, antiinflamatorias y calmantes. Por todo ello, una infusión de anís mejorará la digestión, calmará la tos, facilitará la expulsión de mucosidad, fortalecerá las defensas del organismo y ayudará a conciliar el sueño.
Cola de caballo
Es una planta conocida por sus propiedades depurativas y diuréticas, muy útil para prevenir la retención de líquidos y la cistitis. Esos mismos efectos contribuyen a la pérdida de peso.
Además, su contenido en silicio favorece la salud del cabello y la piel.
Diente de león
Las propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y digestivas del diente de león contribuyen a regular los niveles de colesterol y glucosa en sangre, reducir la absorción de grasas, favorecer la función hepática y mejorar la microbiota intestinal.
Equinácea
Los aminoácidos y minerales que contiene la equinácea fortalecen nuestras defensas, siendo un remedio eficaz para combatir enfermedades leves del sistema respiratorio, como los resfriados.
Eucalipto
Se trata de la infusión con propiedades expectorantes y descongestivas más utilizada durante un proceso gripal. Pero, al ser antiinflamatoria, también alivia los dolores de cabeza y musculares.
Hinojo
Sus propiedades naturales, entre las que destacan las antioxidantes, convierten al hinojo en un aliado para combatir infecciones respiratorias, molestias gastrointestinales y frenar los efectos del envejecimiento.
Jengibre
El jengibre es un potente antiinflamatorio capaz de reducir dolores musculares, menstruales y migrañas. También es útil para aliviar problemas digestivos y quemar grasas. Pero, sobre todo, es conocido por fortalecer el sistema inmunitario.
Hibisco
El hibisco es una planta rica en vitamina C, un antioxidante que refuerza nuestras defensas. Por eso, la infusión de hibisco ayuda a combatir las infecciones bacterianas, como los resfriados. Pero también reduce los niveles de colesterol malo (LDL) y la presión sanguínea, aumenta el colesterol bueno (HDL), y mejora la función hepática. Incluso podría reducir el riesgo de sufrir ciertos tipos de cáncer.
Manzanilla
De todas las infusiones, la manzanilla es quizás la más conocida. Gracias a sus propiedades calmantes y digestivas, es un remedio eficaz para aliviar molestias gastrointestinales, tales como las náuseas, el reflujo, la acidez, los espasmos estomacales o las flatulencias. Además, puede mitigar los dolores menstruales.
Melisa
La melisa se caracteriza por ser una planta con propiedades sedantes, de ahí que se utilice para calmar los nervios y los estados de ansiedad. Pero también para mitigar las palpitaciones y los síntomas del asma.
Sus efectos calmantes son útiles para aliviar toda clase de dolores musculares, incluidos los calambres típicos de la menstruación.
Menta
La menta es conocida por sus propiedades digestivas y descongestivas, por lo que se usa para aliviar trastornos gástricos, resfriados y despejar las vías respiratorias.
También es un antiinflamatorio y analgésico capaz de aliviar los dolores de cabeza.
Menta poleo
Su propiedad más conocida es la digestiva, y por eso es muy eficaz para aliviar los síntomas de las digestiones pesadas. Pero también es expectorante, así que con esta infusión podemos combatir los resfriados y expulsar mucosidades.
Rooibos
En Japón el rooibos es conocido como «el té de la larga vida», y con razón. Esta planta es rica en antioxidantes (polifenoles, aspalatina y vitamina C) que le otorgan propiedades antiinflamatorias, antivirales y antienvejecimiento.
Por otro lado, su alto contenido en magnesio, calcio y flúor resulta muy beneficioso para reforzar los huesos y prevenir problemas dentales.
El rooibos es la única fuente de aspalatina conocida hasta la fecha. Este antioxidante es capaz de equilibrar los niveles de glucosa en sangre, hacer que los músculos absorban mejor la glucosa para obtener energía, reducir la producción de células grasas o disminuir la presión sanguínea.
Además, es una bebida ideal para deportistas, tanto para hidratarse como para reponer electrolitos después del ejercicio.
Salvia
Con propiedades antiinflamatorias y antisépticas, la salvia se utiliza para aliviar los dolores musculares, regular el ciclo menstrual, tratar problemas digestivos, curar heridas (aplicada de manera tópica) y reducir la glucemia.
Tila
Con las flores del tilo se elabora una de las infusiones más famosas por sus efectos relajantes. Es, sin duda, muy útil para calmar los nervios, la ansiedad y el estrés.
Tomillo
La infusión de tomillo es perfecta para reforzar el sistema inmune. Tomada con regularidad, sus propiedades antiinflamatorias, antisépticas y expectorantes pueden ayudar a prevenir la aparición de resfriados, gripes, tos o dolores de garganta.
Valeriana
Se trata del remedio natural contra el insomnio más utilizado. Sus propiedades relajantes inciden sobre el sistema nervioso y ayudan a conciliar el sueño.
El mundo de las infusiones es muy extenso, así que te recomendamos que pruebes diferentes tipos para descubrir nuevos sabores y elegir la que más te convenga según tu estado de salud.