¿Son seguras y saludables las setas comestibles durante el embarazo?

¿Estás embarazada y no tienes claro si puedes consumir setas comestibles? En el siguiente artículo aclaramos todas tus dudas.

Comer bien y de forma saludable es beneficioso en cualquier época de la vida. Sin embargo, la mujer debe prestar mayor atención a su alimentación durante el embarazo. En esta etapa tan especial es crucial elegir bien los alimentos. De esta manera, proporcionará a su organismo y al del bebé los nutrientes necesarios para evitar enfermedades, y garantizará un buen desarrollo del pequeño.

En ese momento, son muy importantes las recomendaciones del obstetra, pero también entran en juego mitos y consejos de amigas y familiares, que aunque son bien intencionados, no siempre son acertados. Uno de ellos tiene que ver con las setas. Algunas personas creen que son un peligro para la madre y para el feto, mientras que otras opinan que solo aportan beneficios.

En este artículo te explicamos si es seguro comer setas durante el embarazo, y si es así, qué beneficios te pueden aportar, como cocinarlas y cuáles evitar.

¿Son las setas comestibles seguras durante el embarazo?

La respuesta es un rotundo sí. Los níscalos, los champiñones, las shiitake o las maitake son algunas de ellas. En general, durante el embarazo puedes consumir setas comestibles y las llamadas «medicinales» sin problemas, sobre todo si las has comido con anterioridad y no te han causado ningún malestar.

Pero eso no significa que no debas tomar ciertas precauciones. Presta atención a los siguientes consejos que te permitirán comer setas de manera segura:

  1. No consumas setas crudas, sino cocinadas. En su estado natural, pueden contener bacterias causantes de la listeriosis o la toxoplasmosis, dos enfermedades muy peligrosas para tu salud y la del bebé. Al cocinar las setas, esas bacterias se destruyen. Otra razón para no comer setas crudas es que suelen ser difíciles de digerir. El proceso de cocción descompone sus fibras y evita que sean indigestas.
  2. Cuando las compres, que sea en un establecimiento de confianza. Fíjate en que no tengan ni modo ni golpes ni manchas. Asegúrate de que estén bien etiquetadas y dentro de la fecha de caducidad.
  3. Límpialas bien. Lávalas dentro de un recipiente con agua para quitarles los posibles restos de tierra o gusanos. Después, sécalas bien pero de forma suave.
  4. No comas demasiadas. Si las consumes en exceso, es posible que sientas molestias gastrointestinales como náuseas, diarrea y retortijones.
  5. Cuidado con las setas silvestres. A no ser que las conozcas bien, no te arriesgues a coger setas silvestres, ya que las probabilidades de confundirlas con especies venenosas y sufrir una intoxicación aumentan.
  6. Cocina pequeñas cantidades. Es mejor cocinar poca cantidad de setas, pero si te sobran, siempre puedes congelarlas en porciones para usarlas más adelante.

Los nutrientes que aportan las setas comestibles durante el embarazo

Durante el periodo de gestación es muy importante comer sano para evitar un exceso de peso que podría derivar en complicaciones. Por eso se debe limitar la ingesta de alimentos muy grasos y calóricos. A este respecto, las setas comestibles son de gran ayuda, ya que contienen niveles bajos de grasas, carbohidratos y calorías.

Por otro lado, en esta etapa también es necesario incrementar la cantidad de otros nutrientes para asegurar que el embarazo llegue a buen término. Estos son algunos de ellos:

Hierro

Si hay un elemento imprescindible durante el embarazo, ese es el hierro. Durante nueve meses la madre bombeará más sangre que nunca. Y de ello se encarga, en gran medida, este mineral que contribuye a la formación de glóbulos rojos y hemoglobina. Además, el hierro también evita la fatiga causada por anemia, muy frecuente en esta etapa.

Fibra

En el embarazo es frecuente que aparezcan episodios de estreñimiento. Por eso, la futura mamá debe tener acceso a un buen surtido de alimentos ricos en fibra, como es el caso de las setas comestibles. Además, la fibra también será beneficiosa para mantener en niveles óptimos la presión arterial, el azúcar en sangre y el colesterol.

Proteínas

Las setas comestibles aportan proteínas vegetales de alta calidad que, al igual que las de origen animal, son indispensables para que se desarrolle la vida.

Vitaminas del grupo B

En las setas comestibles podemos encontrar cuatro tipos de vitamina B:

  • B1 (tiamina). Es responsable del desarrollo cerebral del pequeño y de proporcionar energía a la madre en momentos de fatiga.
  • B2 (riboflavina). Es necesaria para el desarrollo de la red neuronal, los huesos, los músculos, la vista y la piel.
  • B3 (niacina). Contribuye a la buena salud del corazón y del sistema circulatorio, tanto de la madre como del bebé.
  • B5 (ácido pantoténico). Colabora en el metabolismo de los alimentos.

Vitamina D

Las setas comestibles son una fuente natural de esta vitamina, que es vital para que el organismo absorba el calcio. Esto ayuda a desarrollar y mantener fuertes los huesos y dientes.

En el caso de la madre, una deficiencia de vitamina D se traducirá en cansancio acusado, dolor de espalda e incluso depresión.

Yodo

Este mineral ayuda a que la glándula tiroides funcione correctamente, interviene en la obtención de energía a través de la alimentación y es fundamental en el desarrollo neurológico del bebé. La embarazada debe asegurarse una ingesta suficiente de alimentos ricos en yodo, como la sal yodada, pescados y mariscos, lácteos, ciertas verduras (judías verdes, espinacas, pepino, acelgas, cebollas, algas, remolacha, etc.) y las setas (entre las que destacan los níscalos y los champiñones).

La deficiencia de yodo es una de las causas más frecuentes de retraso mental en recién nacidos y niños menores de 2 años.

Además de todo lo anterior, la mayoría de setas comestibles, y especialmente las medicinales, tienen propiedades inmunológicas y anticancerígenas. También son capaces de reducir la tensión arterial, la glucosa y el colesterol, todos ellos marcadores que una mujer embarazada debe tener bajo control.

Por último, contienen antioxidantes, que previenen enfermedades y ayudan a mantener una buena salud; y oligoelementos como el selenio, el zinc y el potasio, necesarios para la formación del bebé.

Maneras de preparar las setas comestibles

Puedes aprovechar todas las propiedades nutritivas de las setas cocinándolas de diversas formas. Te damos algunas ideas:

  • Salteadas con un poco de aceite de oliva virgen extra, ajo y perejil. Es una buena opción para acompañar platos de carne.
  • Prepara una cena rápida y sabrosa con una tortilla de setas. Pero no te quedes ahí, deja volar tu imaginación y prueba a añadir otros ingredientes como tomates cherry, espinacas o queso.
  • Atrévete con una ensalada verde de espinacas, lechuga o escarola y setas escaldadas para obtener un plus de vitaminas.
  • Elabora pizzas que incluyan entre sus ingredientes las setas comestibles.

Queda claro, pues, que las setas comestibles no suponen ningún riesgo durante el embarazo, siempre que se tomen las medidas adecuadas de limpieza y cocción. Por lo tanto, a menos que el médico lo desaconseje o exista algún tipo de alergia, puedes consumirlas con total tranquilidad.