El café es una bebida con siglos de historia a sus espaldas. Ya desde un principio se descubrieron sus efectos estimulantes. Incluso la tomaban los guerreros antes de afrontar una batalla. Pero fueron los árabes quiénes la hicieron popular y la extendieron al resto del mundo.
Hoy en día es de lo más natural recurrir al café cuando estamos bajos de energía y necesitamos espabilarnos. Pero no es la única bebida que contiene cafeína. Este compuesto se encuentra de forma natural en las hojas y semillas de muchas plantas, como el té, el cacao o el guaraná. Con ellos se elaboran bebidas que, en muchos casos, pueden ser una buena alternativa para aquellas personas a las que no les gusta el café o no lo toleran bien.
Sin embargo, en el mercado existen otros productos a los que se le ha añadido cafeína y que tienen múltiples usos.
Los productos y bebidas que contienen cafeína
Desde que el ser humano aprendió a fabricar cafeína sintética la ha incluido en medicamentos, suplementos dietéticos y productos cosméticos. Pero también la añaden, aunque en su forma natural, a las bebidas que contienen té y cacao, así como a los dulces elaborados con chocolate.
Café
Obviamente, esta es la bebida con cafeína por excelencia. Pero no todos los cafés contienen la misma cantidad. Esta puede variar en función del tipo de café (no es lo mismo un expreso que un café instantáneo, que es menos potente), el método de preparación o el volumen de la taza. Incluso la variante descafeinada contiene un mínimo de estimulante, ya que el proceso de descafeinización no lo elimina por completo.
Té
Las personas sustituyen el café pensando que este no contiene cafeína, sino teína, que supuestamente es más suave. Pues bien, ambas sustancias son el mismo compuesto. Y si el té contiene una proporción ligeramente más baja que el café, en parte se debe a que la infusión está más diluida.
El té negro es el que posee mayor cantidad, mientras que el blanco y el azul, los que menos.
Sin embargo, la sensación de que el té es poco estimulante se debe a un aminoácido que se encuentra en las hojas de la planta, llamado L-teanina, el cual actúa contrarrestando los efectos secundarios de la cafeína.
Chocolate
El chocolate, especialmente el negro, contiene antioxidantes, teobromina y una pequeña cantidad de cafeína, que son los causantes de mejorar el ánimo y proporcionar energía al organismo. Cabe destacar que los efectos de la teobromina son más suaves que los de la cafeína y más saludables para el organismo.
La proporción de estimulante en el chocolate con leche es aún menor. En lo que respecta al chocolate blanco, hay que saber que la cafeína se encuentra en el cacao, pero no en la manteca, que es el producto con el que se elabora este tipo de chocolate. Así que no contiene cafeína.
Mate
La infusión de esta planta sudamericana tiene, además de cafeína (también conocida como mateína), teobromina, teofilina y una buena proporción de antioxidantes.
Una taza de 100 ml de mate puede llegar a contener unos 65 mg de cafeína.
Guaraná
También de origen sudamericano, es la bebida vegetal con más cafeína después del café. Sin embargo, la fibra que contiene es capaz de ralentizar la absorción de esta sustancia, prolongando sus efectos estimulantes en el tiempo pero sin causar nerviosismo.
Refrescos de cola
Estas bebidas están elaboradas a partir de la nuez de cola, una planta que contiene cafeína de forma natural.
Todas las variedades de refrescos de cola, ya sean light o cero azúcares, poseen la misma cantidad de este estimulante. Únicamente la versión “sin cafeína” está libre de ella.
Bebidas energéticas
La cafeína presente en algunos de estos productos puede llegar a triplicar la de un café expreso. Pero el problema con estas bebidas es que son altamente azucaradas y suelen combinarse con otros estimulantes como el ginseng, el guaraná o la taurina, lo que potencia sus efectos.
En principio son efectivas para mantenernos concentrados, aumentar el nivel de energía y mejorar el rendimiento deportivo. Sin embargo, una ingesta excesiva puede ser muy perjudicial para el organismo.
Barritas energéticas
Algunas variedades de estos alimentos llevan cafeína añadida para conseguir una inyección de energía en momentos determinados del día. Y en especial las que están elaboradas con avena fortificada, a la que se le ha añadido aún más cafeína.
Suplementos de cafeína
En el mercado podemos encontrar pastillas y cápsulas de cafeína natural y sintética. Las suelen tomar como complemento estudiantes, trabajadores con largas jornadas laborales y deportistas. De esta manera aumentan su nivel de energía para poder hacer frente a las tareas o el entrenamiento que van a realizar.
Una de sus ventajas es que podemos controlar la cantidad exacta de cafeína que tomamos al día. Además, al no contener azúcar también se utilizan en planes de adelgazamiento por su efecto termogénico.
Consejos a tener en cuenta
Un exceso de cafeína puede perjudicar nuestra salud. Por eso, las organizaciones que se encargan de la seguridad alimentaria, como la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) o la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos), concuerdan en que la cantidad segura de cafeína diaria debe oscilar entre los 200 y 400 mg. Esto equivale al consumo de entre dos y cuatro tazas de café. Pero para este cálculo también hay incluir el resto de cafeína que contienen otras bebidas, alimentos y medicamentos que quizás hayamos ingerido a lo largo del día.
Las cantidades a este respecto varían dependiendo del tamaño de la ración, el tipo de alimento y del método de preparación. A modo de referencia, algunos datos aproximados son las siguientes:
- 150 ml de café, de máquina o instantáneo: 60-80 mg
- 150 ml descafeinado: 3-15 mg
- 150 ml de té: 20-40 mg
- 50 gramos de chocolate negro: 20 mg
- Una lata de refresco de cola (330 ml): 30 mg
- Una lata de bebida energética (250 ml): 30-150 mg
- Suplementos de cafeína: 100-200 mg
Con todo ello, también debemos tener presente la sensibilidad individual de cada uno hacia la cafeína, otro factor que puede hacer variar la cantidad diaria recomendada.