El estreñimiento es uno de los problemas gastrointestinales más frecuentes en nuestra sociedad. Una alimentación desequilibrada, un estilo de vida sedentario y el estrés se encuentran entre sus principales causas. Aunque algunos medicamentos, los cambios de rutina o retrasar el momento de ir al baño cuando se siente la necesidad de hacerlo, también pueden desencadenar este molesto trastorno.
Lo que comemos juega un papel muy importante a la hora de prevenir el estreñimiento. Una dieta pobre en fibra y líquidos vuelve las heces más duras y secas. Como resultado, aparecen la distensión y el dolor abdominal y es necesario hacer un sobresfuerzo para evacuar el intestino.
Se sabe que ciertos alimentos pueden causar estreñimiento, sobre todo si la persona es propensa a sufrirlo. Por ejemplo, la bollería industrial, los cereales refinados y los alimentos ricos en taninos tienen efectos astringentes y dificultan la digestión.
También el cacao, y por extensión el chocolate, suelen verse como un alimento que estriñe. Pero lo cierto es que se trata de una creencia popular que no se ajusta del todo a la realidad. A continuación veremos por qué.
¿El cacao estriñe o es laxante?
La respuesta más acertada sería que ni una cosa ni la otra. Sin embargo, existe bastante controversia con este tema, ya que muchas personas afirman que comer chocolate les estriñe, mientras que otras aseguran que les produce diarrea.
¿Cómo es posible? Debido a los componentes del cacao, que pueden ocasionar cualquiera de las dos reacciones:
- Estreñimiento. El cacao contiene taninos, unos compuestos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, pero también astringentes. Esto significa que absorben el agua de las heces, endureciéndolas y favoreciendo la aparición del estreñimiento.
- Diarrea. Una de las sustancias principales del cacao es la teobromina, un alcaloide capaz de acelerar el movimiento intestinal y desencadenar episodios de diarrea. Por otro lado, el chocolate, y en especial el que lleva leche, contiene elevados niveles de grasa. Al ser más difícil de digerir, el estómago se ve obligado a segregar más jugos gástricos, provocando gases, dolor y un efecto laxante.
Hay que tener en cuenta que cualquiera de estos dos efectos se producen como consecuencia de una indigestión. Es decir, no los provoca el chocolate en sí, sino un consumo excesivo. En esta situación, nuestro organismo tiene dificultades para realizar la digestión correctamente, dando lugar a la aparición de gases, flatulencias, reflujo, hinchazón y dolor abdominal. Tales síntomas pueden hacer que unas personas sufran estreñimiento y otras, diarrea.
Por lo tanto, para disfrutar del chocolate sin sufrir molestias gastrointestinales, es aconsejable consumir aquellos que contengan elevados porcentajes de cacao (un mínimo del 70%), ya que también sean bajos en azúcares y grasas. Y hacerlo en proporciones que no superen los 20-30 gramos diarios (el equivalente a una onza).
Los chocolates presentes en los productos de bollería industrial son los que más indigestión provocan, ya que se mezclan con elevadas dosis de grasas saturadas y trans, así como mucho azúcar. Por lo tanto, son los productos más propensos a desencadenar los efectos laxantes o astringentes.
Cuándo no debes consumir cacao
Diversos estudios científicos han demostrado que consumir cacao o chocolate negro en cantidades moderadas no produce estreñimiento.
En cambio, el chocolate con leche, o al que se le añaden otros ingredientes, puede empeorar los síntomas. Por eso, si notas que el chocolate tiende a dificultar tu tránsito intestinal, lo mejor es que limites su ingesta a uno o dos días a la semana, o te pases directamente al negro.
¿En qué casos deberías prescindir del chocolate?
Estreñimiento crónico y síndrome del intestino irritable
Si sufres alguno de estos problemas, deberías evitar por completo el chocolate con leche y sus derivados, pues tienden a empeorar los síntomas de estas patologías.
La grasa que contienen estos chocolates ralentiza las contracciones musculares del intestino haciendo que las digestiones sean más lentas y que aparezca el estreñimiento.
Unos efectos que no tienen nada que ver con el chocolate negro, el cual ha demostrado ser un probiótico natural. Como tal, ayuda a controlar el estreñimiento, asegura el buen estado del revestimiento intestinal y mantiene a raya las bacterias que dañan los intestinos. Además, los antioxidantes del cacao ayudan a reducir la inflamación. De esta manera, mejoran los síntomas del colon irritable.
Reflujo gastroesofágico
Si tienes tendencia a sufrir episodios de reflujo, el chocolate que debes evitar es el negro porque favorece la aparición de acidez estomacal.
Los beneficios de comer cacao
El consumo moderado de cacao y de chocolate, que como se ha comentado debe limitarse a una onza, no solo cuida de nuestro sistema digestivo, sino que ofrece muchos otros beneficios:
- Gracias a la acción de los flavonoides, la presión arterial elevada, disminuye y la circulación sanguínea fluye mejor.
- Regula los cambios de humor mejorando el estado de ánimo.
- Previene enfermedades relacionadas con el hígado.
- Mantiene bajo control el colesterol malo (LDL), mientras que aumenta los niveles del bueno (HDL).
- Potencia el rendimiento físico y mental (como la memoria).
- Sus antioxidantes previenen el envejecimiento celular y contribuyen a la buena salud de la piel.
Después de considerar todo lo anterior, podemos concluir que un consumo moderado de cacao y de chocolate, así como saber elegir la variedad correcta, no solo es saludable, sino que evita que suframos una indigestión, una de las causas del estreñimiento.