Cafeína: propiedades, beneficios y contraindicaciones

La cafeína es una de las sustancias más consumidas. ¿Cuáles son sus propiedades y beneficios? Sigue leyendo para descubrirlo.

Despertar por la mañana es sinónimo de cafeína, al menos para una gran parte de la población mundial. Son muchos los que necesitan ese café para afrontar el día con energía y mantenerse concentrados.

Pero muchos también recurren a otro tipo de bebidas y alimentos que contienen esta sustancia estimulante. Y es que la cafeína es un alcaloide de origen vegetal que se encuentra en muchas plantas, como el té, el mate, el guaraná, la nuez de cola y el cacao.

Se han realizado multitud de estudios para averiguar si son ciertos los efectos negativos que se le atribuyen, cuáles son sus propiedades y los posibles beneficios que puede aportar a nuestra salud. La conclusión a la que ha llegado la comunidad científica es que, para evitar efectos adversos y aprovechar al máximo sus cualidades, lo ideal es una ingesta moderada. Es decir, no se deberían sobrepasar los 400 mg de cafeína al día, según publica la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Ahora bien, ¿qué propiedades y beneficios tiene la cafeína? Lo vemos a continuación.

Propiedades de la cafeína

Hay quien se pregunta si todas las cafeínas son iguales, ya que se la conoce con otros nombres dependiendo de la planta de origen: teína por el té, guaranina por la guaraná o mateína por la yerba mate. Sin embargo, se trata del mismo compuesto, todas son cafeína. Así que, químicamente, no hay diferencias y, por lo tanto, tienen las mismas propiedades.

Estas son las más importantes:

Estimulante

La principal función de la cafeína es activar el sistema nervioso, lo que permite mantener el estado de alerta durante más tiempo y reducir la sensación de cansancio.

Energizante

Tiene capacidad para aumentar la energía del organismo.

Analgésico

La cafeína forma parte de algunos medicamentos debido a su eficacia a la hora de calmar el dolor.

Antiinflamatorio

Su poder para reducir la hinchazón se utiliza principalmente en tratamientos cutáneos.

Broncodilatador

La cafeína actúa como dilatador de las vías respiratorias, lo que ayuda a mejorar la función pulmonar y a aliviar los síntomas de afecciones como el asma.

Vasodilatador

Consumir cafeína aumenta el flujo de sangre que llega a los músculos, mejorando su capacidad de respuesta, a la vez que disminuye el cansancio.

Estimulante cardiovascular

La cafeína estimula la liberación de adrenalina, la cual aumenta la presión arterial, la frecuencia cardíaca y mejora la actividad del sistema respiratorio.

Cuando se liberan las llamadas “hormonas de la felicidad” el organismo experimenta una sensación de bienestar. Al mismo tiempo, contribuyen a reducir el dolor y potenciar el sistema inmunitario.

Beneficios de la cafeína

Durante mucho tiempo la cafeína ha tenido mala fama debido a los efectos negativos que puede causar, tales como nerviosismo o insomnio. Y es cierto que es una sustancia contraindicada en mujeres embarazadas y personas que sufren ciertos trastornos de salud, como hipertensión, arritmias, migrañas recurrentes, problemas del sueño, ansiedad o reflujo gastroesofágico.

Sin embargo, el consumo moderado por parte de personas sanas aporta muchos beneficios. Veamos algunos de ellos:

Mejora el rendimiento cognitivo

Sin duda, este es el principal motivo del consumo de cafeína: reducir el sueño, mantenernos alerta y estar concentrados durante más tiempo. Pero, además, mejora el estado de ánimo y la velocidad de respuesta del cerebro, es decir, pensamos y entendemos las cosas con mayor rapidez y claridad. Todo esto contribuye a que seamos más productivos en nuestras tareas, especialmente si son largas como, por ejemplo, sesiones de estudio o viajes.

También parece ser que la cafeína ayuda a conservar la memoria y la capacidad de procesar la información en personas mayores.

Mejora el rendimiento físico

La cafeína aporta energía a las células y mantiene las reservas de glucógeno. Esto es especialmente interesante durante la práctica de ejercicio porque permite aumentar la intensidad del esfuerzo sin apenas notar el cansancio.

Si el aporte de cafeína se realiza antes del entrenamiento, la actividad física se verá recompensada con una mayor fuerza y velocidad, mientras que la fatiga tardará más tiempo en aparecer.

Pérdida de peso

La cafeína libera catecolaminas, unas hormonas que activan la termogénesis, es decir, el proceso por el que el organismo produce calor para mantener la temperatura corporal, pero que, además, favorece la quema de grasa.

Disminuye el dolor

Un estudio publicado en el portal de salud Cochrane, señala que combinar analgésicos con unos 100 mg de cafeína, potencia el efecto del medicamento y calma el dolor de forma más efectiva.

Mejora el aspecto de la piel

La cafeína actúa sobre el cutis desde dos ángulos diferentes. Uno de ellos tiene que ver con su capacidad para estimular la circulación sanguínea. Esto descongestiona la piel, lo que favorece la eliminación de manchas y la uniformidad de zonas enrojecidas.

El segundo está relacionado con la propiedad antiinflamatoria de la cafeína, que ayuda a reducir la hinchazón. Por eso, se utiliza en algunos cosméticos para combatir el acné y reducir bolsas y ojeras.

Aumenta la presión arterial

Al estimular la circulación de la sangre y aumentar la frecuencia cardíaca, la cafeína puede ser beneficiosa para aquellas personas que sufren bajadas de tensión (hipotensión).

Alivio de las migrañas

Gracias a su propiedad vasodilatadora, el consumo moderado de cafeína puede aliviar el dolor de las cefaleas y el de la migraña, especialmente cuando se encuentra en sus primeras etapas.

Favorece la digestión

La cafeína estimula la secreción de los ácidos estomacales que, a su vez, facilitan que el organismo tenga una buena digestión y absorba mejor los nutrientes. Sin embargo, un exceso de este estimulante puede irritar la pared estomacal, lo que dará lugar a ardor y reflujo.

Contraindicaciones de la cafeína

Existen ciertos grupos de personas que, a pesar de mantenerse en los límites recomendados de cafeína, deben consumirla con precaución o incluso evitarla, ya sea porque sufren problemas de salud o su sensibilidad a dicho estimulante es elevada. Estos son:

  • Mujeres embarazadas y en periodo de lactancia. Se ha demostrado que la cafeína puede atravesar la placenta y pasar a la leche materna. Con solo dos tazas de café al día aumenta el riesgo de que el bebé nazca con bajo peso y esto aumenta las posibilidades de que en un futuro el niño pueda padecer obesidad, enfermedades cardíacas y diabetes.
  • Personas con trastornos del sueño. La cafeína puede empeorar la situación y hacer que afecciones como el insomnio se conviertan en crónicas.
  • Hipertensos. La cafeína aumenta la presión arterial, por lo que puede ser más difícil controlar las subidas de tensión.
  • Personas con problemas del corazón. Debido al aumento del ritmo cardíaco, las arritmias y taquicardias pueden empeorar.
  • Personas que sufren ansiedad. Cuando la patología ya está diagnosticada, tomar cafeína puede ser contraproducente porque aumentará el grado de nerviosismo.
  • Personas con problemas gástricos. En algunos casos, la cafeína puede irritar las paredes del estómago. Por eso, quienes tienen reflujo gastroesofágico, ardor o úlceras pueden notar cómo se agrava su situación.
  • Niños y adolescentes. Se recomienda que los menores de 12 años no tomen cafeína, ya que puede dificultar su desarrollo, especialmente en los niños más pequeños. Los adolescentes, en cambio, no deberían exceder los 100 mg diarios.
  • Medicamentos y suplementos. La cafeína puede interactuar con los analgésicos, antibióticos y fármacos para el asma o el corazón. Ante cualquier duda es importante consultar con el médico.

Efectos secundarios del consumo elevado de cafeína

Tomar grandes cantidades de cafeína puede resultar en un perjuicio para la salud. Para empezar, puede provocar insomnio y agravar problemas cardíacos y gastrointestinales. Al sobreexcitar el sistema nervioso, también puede producir temblores, nerviosismo, taquicardias y dolores de cabeza.

Por otro lado, las bebidas que contienen este estimulante producen un efecto diurético. Consumirlas en exceso, y durante periodos prolongados, provoca que el organismo elimine más calcio y magnesio de lo que debería. Como consecuencia, los huesos no reciben el aporte adecuado de estos minerales, por lo que se vuelven más débiles, elevando el riesgo de fracturas o de desarrollar osteoporosis (en las personas propensas a ello).

Otra de las consecuencias negativas de la cafeína es el riesgo de deshidratación, precisamente debido al efecto diurético de las bebidas estimulantes. Este punto deben tenerlo en cuenta sobre todo aquellas personas que toman cafeína antes de realizar alguna actividad deportiva.

Con el tiempo, la cafeína genera dependencia. Esto significa que el cuerpo se ha acostumbrado a la sustancia y necesitaremos aumentar la dosis para notar sus efectos. Y si decidimos dejar de consumirla de golpe, sentiremos más cansancio, falta de concentración y una bajada de energía en el organismo. Por eso, es importante disminuir poco a poco la cantidad que ingerimos a diario.

Para sacar el máximo partido de las propiedades y beneficios, es necesario recordar que el consumo de cafeína debe ser moderado. También se debe tener en cuenta el grado de tolerancia que cada persona tiene hacia esta sustancia. Además, la cafeína llega al torrente sanguíneo entre 30 y 45 minutos después de ser ingerida, por lo que sus efectos no son inmediatos.