Las proteínas del cacao y sus beneficios

El cacao contiene decenas de nutrientes, entre ellos las proteínas. Pero, ¿qué utilidad tienen? Sigue leyendo para descubrirlo.

El cacao puro está considerado por muchos nutricionistas como un «superalimento», ya que es uno de los productos vegetales más completos.

De entre sus nutrientes esenciales, como las proteínas y los carbohidratos, destaca su alto contenido en grasas, pero especialmente de ácido oleico, una grasa monoinsaturada cardiosaludable.

Además, en la composición del cacao podemos encontrar vitaminas, minerales, fibra y una importante cantidad de antioxidantes.

Por lo tanto, los beneficios que el cacao aporta a la salud son múltiples:

  • Mejora el estado de ánimo.
  • Fortalece el sistema inmune y los músculos.
  • Protege el sistema circulatorio.
  • Retrasa el envejecimiento.
  • Proporciona energía.

Ahora bien, ¿qué papel juegan las proteínas?

Funciones y beneficios de las proteínas

Las proteínas, junto a las grasas y los hidratos de carbono, son uno de los pilares necesarios para sostener la vida. Surgen de la combinación de unidades más pequeñas llamadas aminoácidos. Estos pueden ser de dos tipos, esenciales o no esenciales, es decir, algunos solo podemos adquirirlos a través de la alimentación y otros los produce nuestro propio organismo.

Las proteínas forman parte de la estructura de todas las células del cuerpo, por lo que realizan cientos de funciones diferentes. Algunas de las más importantes son:

  • Formación y mantenimiento de los músculos.
  • Reconstrucción de tejidos (piel, uñas, ligamentos, etc.)
  • Regulación de fluidos y de procesos como la respiración y la digestión.
  • Transporte de sustancias a través del torrente sanguíneo (oxígeno, dióxido de carbono, minerales, ácidos grasos, etc.)
  • Defensa y protección del organismo ante la presencia de infecciones o agentes extraños.
  • Mantenimiento del pH sanguíneo.
  • Aceleración de las reacciones químicas que tienen lugar en las células mediante la acción de las enzimas.
  • Intervenir en la creación de nuevas moléculas al ser capaces de leer la información genética almacenada en el ADN.

Para gozar de buena salud y garantizar que nuestro organismo funcione a la perfección, es vital que le proporcionemos a diario la cantidad de proteínas recomendada. De lo contrario, enfermaremos más a menudo, sufriremos problemas digestivos, la masa muscular se debilitará y nos sentiremos más cansados.

Las proteínas se encuentran principalmente en los alimentos de origen animal (carnes, pescados, leche y huevos) y, en menor proporción, en alimentos vegetales, como los cereales y las legumbres. También en el cacao, como veremos a continuación.

Los expertos recomiendan ingerir unos 0,80 g por cada kilo corporal, lo cual no significa aumentar el consumo de carne sino combinar los dos tipos de proteínas.

Las proteínas del cacao

El cacao no destaca por ser un alimento rico en proteínas, de hecho, en 100 g de producto hay unos 20 g. Pero sí cobra importancia su contenido en aminoácidos, tanto esenciales (triptófano) como no esenciales (tirosina, arginina).

Una de las funciones más importantes de los aminoácidos es promover la producción de neurotransmisores, las sustancias químicas que hacen posible la comunicación entre neuronas, asegurando que las órdenes del cerebro lleguen a cada rincón del organismo.

Su acción ha convertido al cacao en uno de los alimentos que más influye en los estados de ánimo. Veamos cómo:

Triptófano

El cacao contiene una buena cantidad de este aminoácido: 290 mg/100 g.

Su función principal es la de liberar serotonina, una de las «hormonas de la felicidad» que fomenta el buen humor y la sensación de bienestar. Pero, además, la serotonina produce un efecto calmante capaz de reducir los efectos de la fatiga crónica, aumenta la concentración, regula el apetito, el ciclo del sueño y la temperatura corporal; y combate el estrés físico o mental.

Es importante contar con unos niveles óptimos de triptófano porque cuando escasea, la producción de serotonina disminuye y podemos sentirnos más cansados y deprimidos.

En cambio, al añadir triptófano mediante la dieta, la serotonina también aumenta, lo que explicaría porqué siempre que tomamos cacao puro o chocolate negro nos sentimos más felices, tranquilos y con menos ansiedad.

Tirosina

La tirosina es un aminoácido no esencial, así que no necesitamos adquirirlo mediante la dieta porque nuestro organismo puede crearlo.

Entre sus funciones destacan la capacidad de combatir la fatiga y reponer la energía que se va perdiendo durante una actividad física intensa o un entrenamiento deportivo. De ahí que forme parte de los ingredientes de algunos suplementos para deportistas.

La tirosina también interviene en la formación de hormonas tiroideas, mejora la comunicación entre cerebro y músculos, estimula el crecimiento capilar, ayuda a disminuir la sensación de apetito y mejora la concentración.

Por otro lado, es el precursor de la dopamina y la noradrenalina, dos neurotransmisores que regulan los estados de ánimo activando sensaciones placenteras y combatiendo la depresión. También activan los circuitos cerebrales de recompensa y motivación, regulan el metabolismo y nos ponen en alerta ante situaciones peligrosas.

Feniletilamina

Se trata de un compuesto derivado del aminoácido esencial fenilalanina que también promueve la sensación de bienestar, la alegría, la euforia y el placer.

Aunque no trabaja sola. Gracias a ella se liberan otros neurotransmisores: la dopamina, la noradrenalina y la serotonina. La acción conjunta de las cuatro es la responsable de los efectos afrodisíacos que se le atribuyen al cacao y, por extensión, al chocolate negro.

Arginina

Este aminoácido esencial es uno de los componentes del colágeno, una proteína imprescindible para mantener unidos los tejidos (huesos, cartílagos, tendones, piel, ligamentos, órganos, etc.) y reparar la piel cicatrizando heridas provocadas por cortes y rasguños.

La arginina también contribuye a mejorar las defensas del organismo, aumentar la masa muscular y relajar los vasos sanguíneos para disminuir la presión arterial.

Ahora bien, para obtener el cacao en polvo del fruto del cacaotero debe someterse a una serie de procesos, entre ellos el de alcalinización, mediante el que se rebaja su gusto amargo. Debido a esta transformación, algunos componentes del cacao se ven afectados negativamente. Pero no es el caso de las proteínas.

Un estudio realizado por la Universidad Politécnica de Valencia revela que el perfil nutricional del cacao no resulta alterado, a excepción de los antioxidantes, que disminuyen considerablemente. Por lo tanto, las proteínas y el resto de nutrientes conservan todas sus propiedades.

Así que, a no ser que exista una razón médica que lo impida, incluir cacao puro en la dieta es una forma sana de contribuir al bienestar de nuestro organismo.