Cacao: propiedades y beneficios

El cacao está considerado como un superalimento. Descubre cuáles son sus propiedades y qué beneficios puede aportar a tu salud.

El cacao proviene de un árbol originario de Sudamérica, el Theobroma cacao, aunque el grueso de la producción, a día de hoy, se centra en la zona de África occidental.

Existen registros arqueológicos que demuestran que el cacao ya era conocido hace más de 3500 años. De hecho, era un bien muy preciado para la cultura olmeca, ya que formaba parte de sus rituales. Después se extendió a los pueblos mayas, incas y aztecas. Ellos lo utilizaban como moneda para comerciar, pero también para tratar diversas dolencias.

No hay duda de que, en la actualidad, el fruto del que deriva el chocolate es un producto muy utilizado en las gastronomías de todo el mundo. Sin embargo, no hay que olvidar que, como bien sabían las antiguas culturas indígenas, el cacao posee ciertas propiedades que, mediante un consumo moderado, se convierten en valiosos beneficios para nuestra salud.

Del cacao al chocolate

A pesar de que hay quien cree que cacao y chocolate son lo mismo, en realidad el segundo es producto del primero. El proceso es el siguiente:

Después de dejar fermentar el fruto, las semillas se secan (al sol o en un horno de leña), se prensan para eliminar la grasa y se trituran, obteniendo cacao en polvo.

Si este se combina con manteca de cacao, azúcar, leche u otros ingredientes, obtenemos el chocolate. La concentración de cacao en la mezcla puede variar en función de que se quiera conseguir un chocolate más o menos negro (o amargo). Esto determinará el grado de pureza del producto o si se aproxima más a un sucedáneo.

Cabe destacar que el cacao natural tiene un gusto bastante ácido y amargo. Para reducirlo, y conseguir que se adapte a la mayoría de paladares, se le somete a un proceso de alcalinización. Es decir, se añaden a su composición una serie de agentes químicos capaces de corregir la acidez. El resultado es un cacao de color marrón mucho más oscuro que el original.

Mediante este proceso, el cacao también sufre una pérdida importante de antioxidantes (entre el 60% y el 80%), muy útiles para el organismo, así como parte de otros beneficios al añadirle azúcares y grasas.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, veamos cuáles son las propiedades y los beneficios del cacao.

Las propiedades del cacao

El cacao es uno de los alimentos más completos que existe. Cuenta con más de 50 nutrientes, entre los que destacan la fibra, la teobromina, la cafeína, los antioxidantes y minerales como el magnesio, el hierro, el calcio, el fósforo y el potasio.

Todos ellos aportan un conjunto de propiedades de las que nuestro cuerpo se beneficia enormemente.

Antioxidante

El cacao contiene una importante cantidad de flavonoides, incluso más que el vino o el té verde. Estos compuestos son altamente antioxidantes y su propiedad principal es la de proteger las células del daño que les causan los radicales libres. De esta manera, se evita o retrasa la aparición de ciertas enfermedades, entre ellas diferentes tipos de cáncer.

Antiinflamatorio

Tomar alimentos ricos en flavonoides impulsa al organismo a incrementar la producción de ácido nítrico. Este neurotransmisor reduce la inflamación, la coagulación sanguínea y mejora las funciones del sistema inmunológico.

Vasodilatador

Otra de las funciones del ácido nítrico tiene que ver con la relajación de las paredes internas de los vasos sanguíneos. Esto produce su dilatación, favoreciendo una mayor elasticidad y una mejor circulación de la sangre.

Mejora el trabajo muscular

Gracias a las propiedades vasodilatadoras del cacao, el aporte de oxígeno y nutrientes que llega a cada célula es mayor y la eliminación de desechos, más eficaz.

Este es un factor que deberían tener en cuenta aquellas personas que tengan intención de aumentar su masa muscular.

Fuente de energía

El cacao es un alimento muy calórico. Por cada 100 g de producto se obtienen 228 Kcal. Por eso es un alimento recomendado para momentos de esfuerzo físico y entrenamientos deportivos.

Estimulante

Tomar cacao aumenta los niveles de serotonina y de endorfinas, unos neurotransmisores con propiedades analgésicas que inducen a la relajación y producen sensación de bienestar.

Los beneficios del cacao

Los principales responsables de que el cacao tenga un impacto tan positivo en nuestra salud son los antioxidantes, como los flavonoides. Por eso, consumir cacao con regularidad puede contribuir a reforzar el organismo y prevenir algunas dolencias, como veremos a continuación.

Sistema circulatorio

La acción de los antioxidantes del cacao, junto con su propiedad vasodilatadora, contribuye a la salud de nuestro corazón evitando dolencias como el infarto de miocardio, la insuficiencia coronaria o la enfermedad arterial coronaria.

Por un lado, los antioxidantes disminuyen los niveles de triglicéridos y colesterol LDL, mientras que aumentan los de colesterol HDL. Como resultado, es más difícil que aparezcan placas de grasa en las arterias, y su posterior estrechamiento. Así que, el riesgo de padecer una trombosis o aterosclerosis es menor.

Y por otro lado, se recupera la elasticidad de los vasos sanguíneos, permitiendo que la circulación de la sangre sea más fluida.

Este es un punto interesante si pensamos en las personas mayores, cuya función vascular está más deteriorada. Con tan solo 30 g de chocolate negro al día, se puede conseguir que la situación de las arterias mejore o, al menos, que no empeore.

Otro de los efectos positivos de la vasodilatación es que, al fluir mejor la sangre, el corazón no se ve obligado a bombear con más fuerza de la que debería y, como consecuencia, la presión arterial baja.

Piel

El contenido de flavonoides y ácido oleico del cacao ayuda a tener una piel más elástica e hidratada. Además, frena la acción que la radiación ultravioleta del sol produce en las células, manteniendo a raya los radicales libres. Como consecuencia, se reducen los factores de inflamación y se retrasa el envejecimiento celular.

Diabetes

Se ha demostrado que, en personas con sobrepeso, los componentes del cacao mejoran la sensibilidad a la insulina y reducen sus niveles en ayunas. Al mismo tiempo, ayudan a controlar la concentración de glucosa en la sangre, con lo que consumir este alimento puede ser un factor importante a la hora de prevenir la diabetes tipo 2.

Cerebro

El consumo regular de flavonoides mejora la función cognitiva. Así que el cacao tiene potencial para disminuir las probabilidades de sufrir enfermedades como la demencia, el alzheimer o un accidente cerebrovascular.

Esto se debe a la capacidad que tienen los antioxidantes y los ácidos grasos de proteger las neuronas y estimular su regeneración.

Así mismo, el consumo de cacao también se relaciona con un menor riesgo de sufrir pérdida de memoria y con un aumento de la atención, especialmente en personas mayores.

En vista de su efecto sobre el cerebro, uno de los hábitos saludables que podemos introducir en nuestra rutina diaria es tomar cacao cada mañana en el desayuno. De esta manera, nuestro cerebro estará preparado para afrontar los retos de cada día.

Rendimiento deportivo

Como hemos visto en el apartado de las propiedades, el óxido nítrico presente en el cacao potencia la función muscular, lo que significa una mejora en los niveles de fuerza y resistencia a la hora de realizar un esfuerzo físico.

Por otro lado, las propiedades antioxidantes del cacao reducen el daño muscular causado por el entrenamiento y aceleran su recuperación.

Estrés y depresión

El cacao posee anandamida, una sustancia que suele mejorar los estados anímicos. Actúa en la línea de la serotonina y las endorfinas, induciendo a la relajación y produciendo sensación de bienestar. De ahí que el cacao y el chocolate negro sean productos recomendados para personas con depresión, estrés o estados de ánimo bajos.

Obesidad

El cacao puede influir en el metabolismo de ciertas hormonas, como los corticoides. Estos se encargan de regular las funciones cardiovasculares, inmunológicas y metabólicas del organismo, lo que podría ayudar a controlar algunas complicaciones relacionadas con la obesidad.

Por otro lado, el cacao también contribuye a regular el metabolismo de los lípidos y facilita la termogénesis (el aumento de la temperatura corporal), favoreciendo la quema de grasa.

Intestino

El cacao es un alimento rico en fibra, con un porcentaje que oscila entre el 20% y el 40%. Eso lo convierte en un regulador intestinal que, junto al efecto saciante de la fibra, ayuda a controlar el peso.

Riñón

Gracias a los flavonoides, con su acción vasodilatadora, y a la teobromina, que estimula los riñones y tiene efecto diurético, el cacao ayuda a prevenir la formación de piedras en este órgano.

Ahora bien, si queremos aprovechar al máximo los beneficios anteriores hay que tener en cuenta qué tipo de cacao estamos consumiendo.

Si lo tomamos en forma de tableta de chocolate, es mejor optar por las variedades «negro» o «amargo», con un porcentaje de cacao que no sea inferior al 70%.

En cambio, si optamos por la versión en polvo para tomar disuelto en agua o leche, es preferible decantarse por el cacao desgrasado puro y dejar de lado otras alternativas más comerciales, ricas en azúcares añadidos, pero que disminuyen considerablemente las propiedades del cacao.

¿Cuánto cacao es saludable consumir?

Queda claro que el consumo regular de cacao aporta numerosos beneficios, no solo en el momento de tomarlo, sino que se prolongan a lo largo del tiempo.

Sin embargo, no vale cualquier tipo. Siempre hay que escoger el que tenga mayor porcentaje de cacao y menos cantidad de grasas no saludables y azúcares añadidos. Aunque, si es posible, lo mejor es prescindir de ellos.

De esta manera, no será perjudicial tomar cacao o chocolate de forma habitual. Eso sí, respetando la dosis recomendada de una o dos onzas, o lo que es lo mismo, 30-50 g.

Sobrepasar esa cifra podría ser contraproducente para la salud, además de convertirlo en una sustancia algo adictiva ya que la teobromina que contiene produce efectos muy similares a la cafeína.

En conclusión, el cacao, unido a una dieta equilibrada y ejercicio regular, puede influir de forma muy positiva en nuestra salud física y emocional.