El embarazo es una etapa que requiere prestar mucha atención a la alimentación y al bienestar físico, ya que el estilo de vida de la futura madre afectará, de una manera u otra, al bebé.
Además, durante ese periodo, el cuerpo utiliza más energía de lo habitual, lo que significa que las ganas de comer alimentos dulces aumentan. Por eso, si estás embarazada, es normal que te preocupes por tu salud y que tengas dudas con respecto a qué tipo de alimentos son los más adecuados para garantizar el buen desarrollo del feto.
La alimentación durante el embarazo
Una alimentación sana y equilibrada se basa en el consumo abundante de frutas y verduras, cereales integrales, proteínas y grasas saludables. Y esta norma es válida para todo tipo de personas, incluidas las mujeres en estado de gestación.
En realidad, no se puede hablar de una dieta específica para el embarazo, a no ser que existan problemas de salud anteriores. Pero sí es cierto que durante esta etapa tan especial es necesario incrementar el consumo de algunos nutrientes concretos. Son los siguientes:
- Ácido fólico o vitamina B9: esencial para evitar partos prematuros y para el correcto desarrollo del cerebro y la médula espinal del bebé.
- Calcio: ayuda a crear huesos fuertes y contribuye al buen funcionamiento de los músculos, del sistema nervioso y del sistema circulatorio.
- Vitamina D: colabora con el calcio en la formación de huesos y dientes.
- Proteínas: necesarias para el crecimiento general del bebé.
- Hierro: durante el embarazo se necesita el doble de lo normal para producir más hemoglobina y así suministrarle oxígeno suficiente al feto.
Con respecto al cacao, en su composición nutricional encontramos antioxidantes, vitaminas del complejo B, magnesio, hierro, calcio, fibra y grasas saludables. Por lo tanto, comer cacao puro y chocolate (sobre todo si es negro) puede ser un buen complemento para la dieta, a la vez que te aportará muchos beneficios saludables.
Beneficios de comer cacao si estás embarazada
El cacao, como hemos visto, es un alimento con un aporte nutricional bastante completo. Gracias a su composición, todo el mundo puede experimentar efectos positivos en su salud al incluirlo con moderación en la dieta, y especialmente las mujeres en periodo de gestación.
1. Mejora el flujo sanguíneo
Un estudio realizado en la Universidad de Laval en Quebec (Canadá) descubrió una mejora en el flujo sanguíneo de las mujeres embarazadas que habían consumido chocolate negro, lo cual favorece el crecimiento del feto.
Por otro lado, la teobromina del cacao tiene propiedades vasodilatadoras que ayudan a regular la presión arterial. Esto facilita la circulación de la sangre hacia la placenta y disminuye el riesgo de sufrir hipertensión y preeclampsia, dos afecciones muy peligrosas tanto para la madre como para la vida del pequeño.
2. Fortalece el sistema inmunitario
Los antioxidantes del cacao (flavonoides y vitamina E) frenan la oxidación de las células y, por lo tanto, la aparición de enfermedades.
3. Favorece la creación de glóbulos rojos
El cacao contiene vitaminas del grupo B, entre ellas el ácido fólico, que juegan un papel esencial en el metabolismo celular y en la formación de glóbulos rojos en la madre, necesarios para garantizar el aporte de oxígeno al bebé.
Además, junto al hierro que proporciona el cacao, contribuyen a prevenir la anemia, tan frecuente durante el embarazo.
4. Formación de colágeno
El mineral más abundante del cacao es el magnesio. Este, unido al hierro, ayuda a formar los tejidos del feto y estimula la producción de colágeno, componente principal de los tendones, ligamentos, músculos y piel.
5. Antidepresivo natural
Al comer cacao el cerebro libera las llamadas «hormonas de la felicidad», que calman la tensión y el estrés, al tiempo que regulan los cambios de humor ocasionados por la alteración hormonal propia del embarazo.
También pueden ser de ayuda ante un cuadro de depresión posparto.
6. Reduce el colesterol
El cacao puede regular los niveles de colesterol malo (LDL) en sangre durante el embarazo. Esto se debe a la acción de los flavonoides y de las grasas procedentes de la manteca de cacao (en el caso de consumir chocolate). Estas son, en su mayoría, ácido esteárico, un ácido graso que se transforma en ácido oléico, conocido por frenar el colesterol y proteger el corazón.
7. Bebés más felices
Tras un estudio realizado por los investigadores de la Universidad de Helsinki (Finlandia), se descubrió que los bebés de madres que habían consumido chocolate durante el embarazo sonreían más y estaban más activos, incluso seis meses después del parto.
Parece ser que las sensaciones placenteras que provoca el chocolate las experimentaron tanto las madres como sus hijos.
Los problemas de consumir cacao y chocolate en exceso
Hasta ahora hemos visto los beneficios que el cacao aporta a la salud de una mujer embarazada y a su bebé. Sin embargo, comer demasiado puede resultar peligroso. Veamos los motivos:
Aumento de peso y diabetes
Dependiendo de la variedad, el chocolate es un producto con bastante azúcar y grasas en su composición. Esto incrementa la cantidad de calorías ingeridas y, si no se queman mediante el ejercicio, nos arriesgamos a sobrepasar el peso aconsejado por el obstetra.
Un gran aumento de peso durante el embarazo puede alterar los niveles de glucosa e insulina en la sangre, causando una diabetes gestacional, sobre todo si tiene lugar durante el tercer trimestre. Se trata de una enfermedad que aumenta el riesgo de cesáreas, partos prematuros y de dar a luz bebés con bajo peso.
Sufres dolores de cabeza intensos
Muchas personas manifiestan que el chocolate les produce dolor de cabeza. Esto se debe a que es un alimento rico en tiramina, histamina y fenilalanina, tres sustancias culpables de provocar jaquecas y migrañas en aquellas personas que son sensibles a ellas.
Hay que tener en cuenta que cuanto más alto sea el porcentaje de cacao, mayor dosis de estos compuestos tendrá el chocolate.
Pérdida de calcio
El cacao contiene taninos, que si bien son unas sustancias muy beneficiosas para el organismo, también impiden la correcta absorción del calcio.
Este mineral es de vital importancia para la correcta formación del esqueleto del bebé. Por lo tanto, no se trata de eliminar por completo el cacao de la dieta, sino de procurar no comerlo junto con alimentos ricos en calcio, como la leche y sus derivados.
Cuidado con la cafeína
El cacao contiene dos estimulantes: la cafeína y la teobromina.
Se ha comprobado que, en dosis elevadas, la cafeína altera el ritmo cardíaco durante el embarazo, incrementa el riesgo de partos prematuros y los bebés nacen con bajo peso.
La recomendación durante esta etapa es mantener la ingesta de cafeína por debajo de 200 mg al día, lo que equivale a una o dos tazas de café. Es importante tenerlo en cuenta si, además de cacao, tomas café de forma habitual, ya que una onza de chocolate negro (unos 30 g) tiene entre 5 y 25 mg de cafeína, mientras que una onza de chocolate con leche varía entre 3,5 y 6 mg.
En todos estos casos, no se trata de dejar de comer chocolate, sino de tomarlo con moderación. Sin embargo, existen algunas excepciones en las que sí te conviene eliminarlo de la dieta:
- Te han diagnosticado diabetes gestacional.
- Tienes problemas para controlar los niveles de glucosa.
- Tu peso ha aumentado más de lo recomendable.
- Sufres una enfermedad renal crónica.
¿Cuánto chocolate puedes comer estando embarazada?
Desde luego, no todos los chocolates son iguales, ni tienen los mismos beneficios para tu salud ni la de tu bebé. Para elegir el más saludable hay que optar por los negros, preferiblemente los que contengan más del 70% de cacao y sean bajos en azúcar. En la misma línea encontramos el cacao soluble amargo que, además, es rico en hierro.
Pero que sea más saludable no significa que puedas atiborrarte de chocolate. Los nutricionistas aconsejan un consumo diario de unos 20-30 gramos.
El chocolate con leche posiblemente es más agradable al paladar, pero contiene más grasas, azúcar y conservantes. Y esto hace peligrar tus niveles de colesterol y glucosa.
En definitiva, ¿puedes comer cacao o chocolate durante el embarazo? Sí, los beneficios para ti y tu bebé son muchos. Pero elige siempre las versiones con más porcentaje de cacao y menos azúcar.