Pipas de calabaza

Las pipas de calabaza se han convertido en los últimos tiempos en un excelente complemento para ensaladas y postres. Y es que, como el resto de semillas, son muy beneficiosas para nuestro organismo gracias a su alto contenido en nutrientes esenciales como vitaminas, proteínas, minerales y ácidos grasos.

¿Qué son las pipas de calabaza?

Las pipas de calabaza son las semillas comestibles y desecadas que se extraen de algunas especies de calabaza, concretamente las del género cucurbita. Estas son originarias de México y Estados Unidos, aunque los colonizadores europeos las exportaron a Europa tras el descubrimiento del nuevo continente. Y, con el tiempo, llegaron a cultivarse en los países asiáticos.

Hoy en día podemos encontrar calabazas alrededor del mundo y en cualquier época del año.

Originalmente las semillas eran utilizadas por las tribus americanas con propósitos medicinales, sobre todo para combatir las lombrices intestinales. En cambio, se cree que desechaban la carne de la calabaza por tener un sabor desagradable.

Las pipas de calabaza son ovaladas, planas y de color verde. Algunas variedades están recubiertas por una cáscara blanca y fibrosa, que también es comestible.

Propiedades nutricionales de la pipa de calabaza

Incorporar pipas de calabaza a la dieta es una buena forma de beneficiarnos de sus muchas propiedades y garantizar el aporte de las sustancias nutricionales que el cuerpo necesita a diario para funcionar correctamente.

Ricas en grasas saludables

Las pipas de calabaza cuentan con un alto contenido en grasas. Sin embargo, un 80% de sus grasas son saludables. De hecho, podemos encontrar niveles elevados de ácidos grasos omega-3, omega-6 y omega-9. Estos ayudan a reducir los triglicéridos y el colesterol malo (LDL), mientras que aumentan el colesterol bueno (HDL).

Al mismo tiempo, contribuyen a bajar la presión arterial y a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Fuente de vitaminas y minerales

Estas semillas poseen las vitaminas A, E, K y algunas del grupo B (B1, B2, B3, B5, B6 y ácido fólico) que contribuyen al buen funcionamiento del aparato digestivo, previenen el deterioro cerebral, combaten el estrés, mejoran la artritis y favorecen la salud visual.

Otras de las sustancias que contienen las pipas de calabaza son los fitoesteroles y los fitoestanoles, unos poderosos aliados que impiden al intestino absorber el colesterol de los alimentos.

Entre los minerales presentes en las pipas de calabaza, destaca el zinc, que fortalece el sistema inmunológico y ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre.

También contienen un alto índice de manganeso y magnesio, necesarios para fortalecer los huesos, los músculos, las articulaciones y el corazón.

Altos valores proteicos

Las pipas de calabaza contienen aminoácidos esenciales que el cuerpo no es capaz de producir, como la cistina, la glicina, la alanina y el triptófano. Estos compuestos son necesarios para reparar los tejidos y activar la producción de serotoninas, que mantienen a raya la ansiedad a la vez que mejoran el estado de ánimo y favorecen el sueño.

Por otro lado, también poseen cucurbitina, un aminoácido que presenta propiedades antiparasitarias y antiinflamatorias.

Antioxidantes

Debido a la presencia de vitamina E y de zinc, las pipas de calabaza tienen propiedades antioxidantes, lo que contribuye a reparar el daño celular producido por los radicales libres.

Alcalinizantes

Los alimentos refinados como el azúcar y la harina de trigo aumentan la acidez de la sangre, provocando una pérdida de minerales esenciales que puede resultar perjudicial para el organismo. El consumo de pipas de calabaza contribuye a rebajar esa acidez.

Beneficios de la pipa de calabaza para la salud

Gracias a su composición nutricional, las pipas de calabaza han demostrado tener muchos beneficios para la salud. Estos son algunos de los más destacados:

Previenen problemas de huesos y articulaciones

El zinc es un mineral que, entre otras propiedades, ayuda en la formación de los huesos, por lo que se cree que el consumo de estas semillas puede contribuir a prevenir o ralentizar la osteoporosis.

Además, el efecto antiinflamatorio de la cucurbitina disminuye la inflamación de las articulaciones que provocan enfermedades como la artritis.

Aliadas del sistema urinario

El aceite de semillas de calabaza tiene propiedades diuréticas, fortalece la vejiga, reduce el agrandamiento de la próstata y alivia las molestias al orinar.

Combaten los efectos de la edad

Por sus propiedades antioxidantes, el consumo de pipas de calabaza ayuda a combatir los daños que los radicales libres provocan en el ADN y que son los causantes del envejecimiento.

Cuidan del corazón

El elevado contenido de grasas saludables que poseen las pipas de calabaza es muy beneficioso para prevenir enfermedades cardiovasculares y reducir la tensión arterial.

Favorecen el sueño

Las pipas de calabaza son una fuente importante de triptófano, un aminoácido que estimula la producción de serotonina y de melatonina, las cuales son necesarias para disfrutar de un sueño reparador.

Regulan el tránsito intestinal

Otro componente de las pipas de calabaza es la fibra que, además de favorecer el buen funcionamiento intestinal, reducen la sensación de hinchazón abdominal.

¿Cómo consumir pipas de calabaza?

Al ser bastante calóricas, la cantidad diaria de pipas de calabaza no debería ser superior a los 30 g y no pasar de los 10 g, es decir, una cucharada sopera, en el caso de personas con sobrepeso.

Se pueden comer crudas, pero los expertos aconsejan consumirlas tostadas, sin sal y masticarlas bien para hacerlas más digestivas.

Además de ser un tentempié saludable, podemos comer pipas de calabaza de muchas maneras diferentes:

Como aderezo en ensaladas, sopas y cremas de verduras. En este caso se pueden utilizar crudas o el aceite elaborado a partir de las semillas.
Picadas para complementar los cereales del desayuno, el yogur o zumos de frutas. Pero también para dar una textura crujiente a los rebozados.
Trituradas para crear patés y bebidas vegetales.
En repostería, ya sea que se añadan a la masa o como cobertura de panes y bizcochos.

¿Cómo tostar pipas de calabaza?

Tostar pipas de calabaza en casa no requiere mucha elaboración, pero sí algo de tiempo.

Para empezar, debes extraerlas de la calabaza y lavarlas bien para retirar toda la pulpa. Puedes ayudarte de un colador introducido en un recipiente con agua. Después, déjalas secar toda la noche.

Al día siguiente, precalienta el horno a 180°. Coloca las pipas en una bandeja recubierta con papel vegetal y rocíalas con un poco de aceite de oliva y sal (esta es opcional).

Si quieres darle un toque especial, este es el momento. Espolvorea las especias que más te gusten: canela, nuez moscada, jengibre, curry, pimienta, pimentón…

Hornea unos 10 minutos, aunque dependiendo del tamaño pueden tardar más o menos tiempo. En cualquier caso, no dejes de vigilarlas para evitar que se quemen. Y cuando empiecen a saltar, estarán listas.

Contraindicaciones de la pipa de calabaza

Como hemos visto, las pipas de calabaza son muy saludables, pero comerlas en exceso puede provocar algunos efectos secundarios, la mayoría relacionados con la cáscara de las pipas.

Indigestión

Comer una gran cantidad puede dificultar que el estómago deshaga las cáscaras, que son menos digeribles, y producir una indigestión. De ahí que deban masticarse bien.

Alergia

Los síntomas alérgicos por consumo de pipas de calabaza suelen ser leves y se manifiestan a través de eccemas o irritaciones de la piel.

En ocasiones puede aparecer tos, asma o hinchazón de los labios o irritación de la garganta.

Aumento de peso

Debido a que son muy calóricas (20 g aportan 120 calorías), consumir pipas de calabaza en exceso puede favorecer una subida de peso.

Problemas intestinales

Consumir más fibra de la que el cuerpo puede asimilar provoca dolor de barriga, flatulencias y diarrea.

Por lo tanto, tomadas con moderación, las pipas de calabaza pueden ser un buen complemento para tu dieta y un aliado para tu salud.