Si te gustan los melocotones, seguramente la temporada de verano te parecerá poco tiempo para disfrutar de esta sabrosa fruta. Es cierto que puedes comer melocotón en almíbar siempre que quieras, sin embargo, aporta el triple de calorías que en su estado natural.
No obstante, existe una opción más saludable: los melocotones deshidratados, también conocidos como orejones. Veamos cómo beneficia a nuestra salud el consumo de este producto.
Propiedades de los orejones de melocotón
Al perder toda el agua durante el proceso de secado, los nutrientes de los orejones de melocotón quedan más concentrados, por lo que son un alimento de gran valor nutricional. La ventaja, además, es que nos podemos beneficiar de sus propiedades durante todo el año.
Fuente de energía
Los orejones contienen bastantes hidratos de carbono, lo que nos proporciona un extra de energía. Aun así, no se considera que sus azúcares sean perjudiciales, ya que van acompañados por una buena dosis de fibra. Y esto influye directamente sobre el colesterol, reduciendo sus niveles.
Antioxidantes y antiinflamatorios
Los orejones de melocotón son ricos en polifenoles y vitaminas A, C y E. Estas previenen la oxidación de las células y de los tejidos, pero también ofrecen una respuesta activa ante las reacciones inflamatorias que puede sufrir nuestro cuerpo. Como resultado, alivian sus síntomas.
Protectores del sistema inmunológico
Los orejones también contienen una buena proporción de vitaminas del grupo B, las cuales refuerzan nuestras defensas y cuidan de nuestro sistema nervioso.
Ricos en minerales
El fósforo, el magnesio y sobre todo el potasio y el hierro, son minerales presentes en el melocotón. Los dos primeros son esenciales para la salud de nuestros huesos y músculos, mientras que el potasio interviene en multitud de procesos metabólicos y el hierro se utiliza para fabricar hemoglobina, la proteína encargada de prevenir la anemia y oxigenar cada rincón de nuestro organismo.
Beneficios de los orejones de melocotón
Enriquecer nuestra dieta con orejones de melocotón es una buena manera de incorporar nutrientes esenciales que, en ocasiones, no obtenemos de los alimentos. Este podría ser el caso, por ejemplo, de las personas veganas que al no consumir productos animales pueden acabar teniendo un déficit de hierro.
Por otro lado, el consumo de esta fruta nos ayuda a mejorar algunos aspectos de nuestra salud.
Mejoran el tránsito intestinal
La fibra de los orejones de melocotón, sobre todo si se toman acompañados de abundante agua, favorecen la flora intestinal y actúan como laxante natural aliviando el estreñimiento. También contribuye a mejorar las digestiones porque estimula la producción de jugos gástricos.
Son cardiosaludables
El potasio ayuda a regular la presión arterial, mientras que la fibra y los antioxidantes evitan que los niveles de colesterol se disparen y se formen placas que estrechen las paredes de las arterias. Por lo tanto, consumir orejones promueve la buena salud del sistema circulatorio.
Ayudan a adelgazar
Los orejones de melocotón son saciantes y se digieren de forma lenta, lo que reduce las ansias por comer. Además, aportan pocas calorías y su contenido en potasio ayuda a eliminar líquidos. Todo ello los hace buenos candidatos para tener en cuenta en una dieta de adelgazamiento.
Promueven la salud ocular
Los betacarotenos, abundantes en los orejones de melocotón, son unas sustancias que nos protegen de padecer enfermedades oculares. Actúan especialmente sobre la retina, evitando o retrasando la aparición de cataratas.
Recomendados para deportistas
Debido a sus nutrientes, los orejones de melocotón son una fuente de energía a la que recurrir cuando se practica ejercicio. Se pueden tomar antes de entrenar para obtener un buen rendimiento de los músculos y las articulaciones, o después para recuperar las fuerzas.
Previenen el cáncer y las enfermedades degenerativas
Los antioxidantes presentes en los orejones son capaces de frenar el daño que causan los radicales libres a las células. Gracias a estas cualidades se puede frenar la aparición de enfermedades neurodegenerativas y disminuir las probabilidades de padecer algún tipo de cáncer.
Mantienen la piel saludable
Los orejones de melocotón son una fruta ideal para mantener una piel joven y radiante, de nuevo gracias a la acción de los antioxidantes. Pero también influyen ciertas vitaminas. Por un lado, está la vitamina C que estimula la producción de colágeno, imprescindible para tener una piel más elástica y firme. También tenemos la vitamina E, que la mantiene hidratada. Y, por último, la vitamina A que protege la piel de los rayos UV del sol.
Contraindicaciones de los orejones de melocotón
Normalmente, el melocotón es bien tolerado por la mayoría de las personas. Sin embargo, un sector de la población es alérgica a esta fruta. En este caso deben evitar por completo su consumo y en cualquier formato, ya que la proteína que causa la alergia es resistente a los ácidos y a la cocción. Por eso, es imprescindible alejarse de zumos, repostería o cualquier otra receta elaborada con melocotón.
También existen casos en los que es recomendable moderar el consumo de orejones:
- Migrañas: hay fabricantes que a esta fruta desecada le añaden sulfitos para potenciar el color naranja. Sin embargo, es una sustancia que puede agravar los efectos de la migraña en aquellas personas que tienen un déficit de la enzima DAO.
- Síndrome del intestino irritable: los orejones de melocotón contienen un alto porcentaje de fructosa y las personas que padecen el síndrome del intestino irritable o la enfermedad de Crohn no suelen tolerar bien este tipo de carbohidrato.
Usos de los orejones de melocotón
Los orejones de melocotón son una alternativa saludable a la bollería y otros snacks ricos en azúcares. Sin embargo, eso no significa que podamos abusar de ellos. Lo ideal sería consumir entre 3 y 5 piezas una o dos veces al día.
Otras formas de disfrutar de ellos es incorporándolos al yogur, a los cereales y a las ensaladas. O bien pueden formar parte de los ingredientes de otras recetas como batidos, barritas energéticas, bizcochos, compota y mermelada.