A finales de primavera, una de las frutas más esperadas tanto por los niños como por adultos son las cerezas. Su sabor y color intenso atraen a personas de todas las edades.
Lo que muchos no conocen son sus propiedades medicinales. Se trata de un alimento repleto de nutrientes que influyen positivamente en nuestra salud.
Una manera de aprovechar su gran potencial es consumiendo cerezas deshidratadas. Hacerlo así nos ofrece dos ventajas: por un lado, la fruta conserva todas las vitaminas y minerales intactos y, por el otro, se pueden comer durante todo el año.
Ahora bien, ¿cuáles son sus propiedades y beneficios? Lo vemos a continuación.
Propiedades de las cerezas deshidratadas
Las cerezas destacan por ser frutas muy ricas en betacarotenos, más incluso que los arándanos y las fresas, llegando a ser un alimento con gran poder antioxidante.
Las sustancias más importantes presentes en las cerezas que poseen esta propiedad son las antocianinas (unos excelentes antiinflamatorios, protectores celulares y reparadores de tejidos), la quercetina y la amigdalina, que ayudan a prevenir enfermedades coronarias y reducir tumores, respectivamente.
Por otro lado, las cerezas deshidratadas tienen un bajo índice glucémico, son hipocalóricas y bajas en sodio, colesterol y grasas saturadas.
También contienen una cantidad considerable de fibra, vitaminas (C, B9, E), minerales (magnesio, hierro, potasio) y melatonina.
Por sus propiedades antiinflamatorias y diuréticas, se la considera una fruta muy útil para prevenir la gota, la artritis y la rigidez en las arterias.
Al mismo tiempo, las cerezas deshidratadas contienen pectina. Este tipo de fibra soluble cumple varias funciones: cuida la microbiota intestinal, impide que el intestino absorba un exceso de colesterol, es saciante y tiene un ligero efecto laxante.
Otra cualidad de las cerezas deshidratadas es que son energizantes. Los azúcares naturales que poseen proporcionan energía inmediatamente después de ingerirlas, por lo que son un alimento indicado para tomar antes de realizar cualquier deporte o un trabajo físico que requiera un gran esfuerzo.
Por suerte, el proceso de deshidratación concentra los nutrientes en lugar de eliminarlos, así que las cerezas deshidratadas continúan siendo una «súper fruta».
Beneficios de las cerezas deshidratadas
Las numerosas propiedades medicinales de las cerezas deshidratadas derivan en multitud de beneficios saludables para nuestro organismo. Veamos las más destacables:
Combaten la inflamación
Debido a sus componentes antioxidantes, como las antocianinas, las cerezas deshidratadas pueden ayudar a reducir los marcadores inflamatorios causantes de patologías como el reumatismo, la artritis, la diabetes o el cáncer. Pero también son eficaces para acelerar la recuperación muscular y aliviar el dolor que se produce en tendones y músculos después de un entrenamiento.
Son cardiosaludables
Los antioxidantes protegen el sistema cardiovascular y previenen la aparición de enfermedades coronarias.
Por otro lado, algo que ayuda en este sentido es reducir la presión arterial alta, lo que las cerezas consiguen gracias a su contenido en potasio.
Fortalecen el sistema inmunitario
La presencia de vitamina C y el resto de antioxidantes, refuerzan las defensas y aumentan la capacidad del organismo para combatir las infecciones.
Reducen el colesterol «malo»
Otro efecto de los antioxidantes, que comparte con la fibra, es su capacidad para disminuir los niveles de colesterol LDL y de triglicéridos en el torrente sanguíneo. Al mismo tiempo, evitan que se acumulen en el hígado, lo que las convierte en una fruta hepatoprotectora.
Mejoran los síntomas de la diabetes
La composición nutricional de las cerezas deshidratadas ayuda a mantener bajo control los niveles de azúcar en sangre. Además, la fructosa que contienen posee un bajo índice glucémico, por lo que es una fruta bien tolerada por los diabéticos.
Disminuyen el ácido úrico
Este es un efecto muy beneficioso para las personas que sufren gota. Un buen puñado de cerezas deshidratadas mejorará significativamente el dolor y la inflamación.
Ayudan a bajar de peso
Las cerezas deshidratadas, además de pocas calorías, tienen efectos saciantes y diuréticos que resultan muy útiles en una dieta de adelgazamiento.
Alivian el estreñimiento
Las cerezas deshidratadas contribuyen a aliviar este trastorno digestivo gracias a que son una buena fuente de fibra.
Ayudan a dormir
Las cerezas son uno de los pocos alimentos que contienen melatonina. Esto las convierte en un remedio natural que ayuda a conciliar el sueño y a evitar los despertares nocturnos.
Mejoran la salud de la piel
Gracias a la vitamina C, nuestro organismo produce colágeno, una proteína necesaria para mantener la elasticidad de la piel. Además, hay que añadir el efecto beneficioso que ejercen los antioxidantes al combatir el daño causado por los radicales libres.
Estimulan el funcionamiento cerebral
Como hemos visto, los antioxidantes protegen las células, lo cual incluye las del cerebro. Como resultado, se potencian la memoria y el resto de funciones cognitivas.
Contraindicaciones de las cerezas deshidratadas
Después de ver las propiedades y beneficios de las cerezas deshidratadas, toca hablar de sus efectos secundarios que, en este caso, son escasos:
- Alergias. Al igual que otros alimentos, las cerezas son susceptibles de provocar reacciones adversas en algunas personas sensibles.
- Consumo excesivo. Abusar de esta fruta puede provocar trastornos intestinales como gases, dolor e hinchazón abdominal.
- Cálculos renales. Quienes son propensos a padecerlos deberían limitar su consumo, ya que las cerezas contienen ácido oxálico, el causante principal de que se produzcan piedras en el riñón.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, puedes disfrutar tranquilamente de comer cerezas deshidratadas de forma moderada. Aprovecha todos sus beneficios comiéndolas solas o añadiéndolas a tus ensaladas, a los cereales, el yogur y los batidos de frutas.